La teoría de restricciones

lunes, 31 de agosto de 2009

La Teoría de las restricciones fue descrita por primera vez por Eli Goldratt al principio de los 80 y desde entonces ha sido ampliamente utilizada en la industria. Es un conjunto de procesos de pensamiento que utiliza la lógica de la causa y efecto para entender lo que sucede y así encontrar maneras de mejorar. Está basada en el simple hecho de que los procesos multitarea, de cualquier ámbito, solo se mueven a la velocidad del paso más lento. La manera de acelerar el proceso es utilizar un catalizador es el paso más lento y lograr que trabaje hasta el límite de su capacidad para acelerar el proceso completo. La teoría enfatiza la dilucidad, los hallazgos y apoyos del principal factor limitante. En la descripción de esta teoría estos factores limitantes se denominan restricciones o "cuellos de botella". Por supuesto las restricciones pueden ser un individuo, un equipo, una pieza de un aparato o una política local, o la ausencia de alguna herramienta o pieza de algún aparato. Justamente el libro LA META, de E. Goldratt, resalta la aplicación de la Teoría de las Restricciones (TOC - Theory of Constraints-), donde la idea medular es que en toda empresa hay, por lo menos, una restricción. Si así no fuera, generaría ganancias ilimitadas. Siendo las restricciones factores que bloquean a la empresa en la obtención de más ganancias, toda gestión que apunte a ese objetivo debe gerenciar focalizando en las restricciones.Lo cierto de que TOC es una metodología sistémica de gestión y mejora de una empresa. En pocas palabras, se basa en las siguientes ideas:La Meta de cualquier empresa con fines de lucro es ganar dinero de forma sostenida, esto es, satisfaciendo las necesidades de los clientes, empleados y accionistas. Si no gana una cantidad ilimitada es porque algo se lo está impidiendo: sus restricciones.Contrariamente a lo que parece, en toda empresa existen sólo unas pocas restricciones que le impiden ganar más dinero.Restricción no es sinónimo de recurso escaso. Es imposible tener una cantidad infinita de recursos. Las restricciones, lo que le impide a una organización alcanzar su más alto desempeño en relación a su Meta, son en general criterios de decisión erróneos. No se olvide de que: No hay alternativa en esta cuestión. O manejamos las restricciones o ellas nos manejan a nosotros. Las restricciones determinarán la cantidad de dinero que generará la empresa, las conozcamos o no, las gerenciemos o no.
Por otro lado, la teoría de las restricciones (TOC)es una metodología sistémica de gestión y mejora de una empresa. En pocas palabras, se basa en las siguientes ideas: La Meta de cualquier empresa con fines de lucro es ganar dinero de forma sostenida, esto es, satisfaciendo las necesidades de los clientes, empleados y accionistas. Si no gana una cantidad ilimitada es porque algo se lo está impidiendo: sus restricciones. Contrariamente a lo que parece, en toda empresa existen sólo unas pocas restricciones que le impiden ganar más dinero. Restricción no es sinónimo de recurso escaso. Es imposible tener una cantidad infinita de recursos. Las restricciones, lo que le impide a una organización alcanzar su más alto desempeño en relación a su Meta, son en general criterios de decisión erróneos. TOC propone el siguiente proceso para gestionar una empresa y enfocar los esfuerzos de mejora:
Paso 1 - IDENTIFICAR las restricciones de la empresa
Paso 2 - Decidir cómo EXPLOTAR las restricciones de la empresa
Paso 3 - SUBORDINAR todo lo demás a la decisión anterior
Paso 4 - ELEVAR las restricciones de la empresa
Paso 5 - Volver al Paso 1
Como La Meta es ganar dinero, no ahorrarlo, la pregunta fundamental es: "¿Cómo podemos hacer mucho más, y mejor, con los recursos que tenemos?" en lugar de "¿Cómo podemos hacer con menos recursos lo mismo que estamos haciendo ahora?". Quizás en este momento Ud. esté pensando "Mi problema es el Mercado, no tenemos ventas suficientes. TOC no me sirve porque busca mejorar internamente la empresa". Me he encontrado con gente que piensa de esa manera.
Debo decirles que este razonamiento no es correcto. Es por ello que resulta tan importante seguir sistemáticamente los 5 pasos del proceso de gestión y mejora. En el caso citado, la RESTRICCIÓN es el Mercado y por lo tanto debemos aplicar las herramientas TOC correspondientes para EXPLOTAR, SUBORDINAR y luego ELEVAR esa restricción. El proceso es siempre el mismo, independientemente de cuál sea la restricción. Se puede señalar entonces que TOC se está aplicando con éxito en muchos países y en todos los aspectos de la actividad empresarial: Operaciones (bienes y servicios), Supply Chain Management, Gestión de Proyectos, Toma de Decisiones, Marketing y Ventas, Gestión Estratégica y Recursos Humanos. No cabe la menor duda de que Con la identificación y adecuada gestión de las restricciones se consiguen mejoras significativas en poco tiempo.
Finalmente, mientras las organizaciones continúen manejándose como si estuvieran compuestas por partes independientes (cada una tomando su propia dirección e ignorando su conexión inherente con el resto) nunca serán capaces de obtener de manera efectiva resultados óptimos a fondo. La Teoría de Restricciones (TOC) proporciona a las organizaciones soluciones y metodologías con sentido común que ensamblan sus partes sincronizándolas para obtener los mejores beneficios como un todo (enfocarse en el desarrollo global en lugar del desarrollo local). La Teoría de Restricciones permite a las organizaciones identificar y eliminar sistemáticamente esas cosas que restringen la mejora.
Carlos Mora Vanegas :

Siete claves para educar con personalidad

domingo, 30 de agosto de 2009

Más importante que el desarrollo de muchas destrezas que los padres hoy desean para sus hijos, es ayudarlos a que logren una personalidad sólida. Papás actuando en equipo y desplegando una “autoridad afectuosa” es una buena estrategia para alcanzar esta conquista. Eso postula el prestigioso siquiatra uruguayo Alexander Lyford-Pike. Próximo a visitar Chile, revela los pasos decisivos para ganar esta batalla.

“Veo a los niños y adolescentes desorientados, porque los padres no tienen una idea clara de lo que deben hacer con sus hijos, de cómo formarlos. Hay incertidumbre
de su parte y, al mismo tiempo, un gran aumento de la presión externa hacia sus vidas. Mientras, los chicos están recibiendo modelos foráneos en la casa, a través de los medios de comunicación, y no hay quien los filtre ni les diga esto está bien o mal, porque los padres no están en casa”. Es el diagnóstico que hace, desde Montevideo, Uruguay, el destacado siquiatra Alexander Lyford-Pike, próximo a viajar a Chile, invitado por la Fundación Mírame (www.fundacionmirame. cl), para ofrecer la conferencia Padres Firmes, Hijos Felices, este miércoles 5 de agosto en el Centro Cívico de Vitacura.
Director del Instituto de Psiquiatría de Montevideo, lleva casi dos décadas trabajando en una línea de apoyo a los padres, convencido de que estos están desorientados e inciertos y requieren ayuda para enfrentar la responsabilidad de educar. Hacerlo con firmeza y afecto a la vez resultará decisivo para que niños y jóvenes desarrollen una personalidad segura y sean felices, plantea este especialista. Asuntos que expone en dos libros, ambos best seller en Hispanoamérica. El primero de ellos, Ternura y Firmeza con los Hijos, editado por primera vez amediados de los 90, aún sigue siendo una obra de referencia para sicólogos y educadores. El último, del cual es coautor, llamado Hijos con Personalidad, Raíces y Alas (Editorial Universidad Católica), ha vendido sólo en Chile más de 40 mil ejemplares.

–¿Paradoja de la vida moderna es que en la época de los Derechos del Niño, donde nunca antes hubo tanto deseo de educar bien y hacer feliz a nuestra descendencia, los padres estén tan desorientados?
–Es que se está instaurando una tiranía de los hijos. Como si fueran ellos los que tienen que establecer las reglas del juego. Influye en esto el complejo de culpa que los padres pueden tener por no estar más en la casa. Eso los hace estar más ausentes de los problemas de sus niños. No pueden salir bien al cruce de las dificultades con claridad y decisión.
–Dice usted que el modelo de educación de una generación no sirve a la siguiente. ¿Qué es lo que quedó obsoleto de la generación pasada?
–Creo que eso varía mucho de acuerdo a cada país. Chile tiene unas características diferentes a las nuestras (a las de la gente del Río de la Plata). Algo vinculado a la sociedad chilena es que las generaciones anteriores son más formales, más centradas en el deber por el deber. Pero lo que hay que modificar, en general, es el formalismo y despotismo. Porque una puesta de límites o ejercicio de autoridad, si no va acompañada de afecto, de corazón, puede caer en una especie de autoritarismo. Y eso no es nada bueno.
–Habría que diferenciar claramente entonces firmeza de agresividad, cuestión que a veces se confunde.
–Claro, se va generando eso: que vivir sin marcar claramente los límites y actuar de manera muy permisiva tiene un margen y puede suceder que uno explote y pase a la agresividad. Se entra en un ejercicio de autoridad mal entendida, que es perjudicial y no conduce por buen camino por irrespetuosa, rígida e implacable.
–Esta mala comprensión del ejercicio de la autoridad haría daño al buen desarrollo de la personalidad del niño y adolescente. Es lo que plantea usted en su libro Hijos con Personalidad, Raíces y Alas.
–Lo que quiero recalcar, sin dejar de lado la importancia del buen ejercicio de la autoridad y del marcar límites de una manera afectuosa, cariñosa, es el objetivo de la educación: que los hijos tengan una personalidad serena, coherente y fuerte. Tenemos que prepararlos para un mundo en el que se están viviendo muchísimos cambios. Si un chico no logra tener una personalidad firme y sólida, ante un mundo globalizado con tanta transformación y con modelos de vida y personalidad que no provienen de la casa, se verá bastante amenazado. El libro plantea una manera de poder navegar los cambios en vez de sufrirlos. Que los hijos tengan una personalidad sólida, de modo que sepan hacia dónde tienen que ir, solamente se lo pueden inculcar sus progenitores. Si no los cambios a los que estamos enfrentados hoy como sociedad los van a sufrir muchísimo.
A continuación, el siquiatra revela aspectos fundamentales para educar con una personalidad segura, mediante algunas claves que todo padre debiera tener presentes.
1. Enseñar en positivo
Es un aspecto muy importante. “A veces se piensa que la función de los papás es solamente corregir, poner los límites, pero eso es la mitad de la película. La otra mitad, tan importante como ésta, es reforzar y estimular todas las cosas buenas que hacen los chicos. Uno tiene tendencia a ver como normal que un niño o joven estudie o le vaya bien en la escuela. El éxito a los hijos hay que reconocérselos, aunque sean logros “A veces se piensa que la función de los papás es solamente corregir, poner los límites, pero eso es la mitad de la película. La otra mitad, tan importante como ésta, es reforzar y estimular todas las cosas buenas que hacen los chicos”. pequeñitos. Eso debe hacerse toda la vida. Si no, el mensaje que les damos es que actuamos sólo cuando las cosas salen mal y los niños sienten que una forma de atraer la atención de los padres es cometiendo equivocaciones, lo cual es un mal mensaje”, señala el siquiatra. La idea, entonces, es que perciban que logran la atención de sus papás cuando hacen cosas buenas: eso los lleva a repetir esos actos, porque saben que sus padres van a quedar muy contentos.

2. Educar en valores y virtudes
“Es justamente lo que le da a una personalidad su firmeza y seguridad. Si uno tiene sus valores claros sobre la pareja, la familia, el respeto a la vida, el amor, la solidaridad, etcétera, hay que plantearlos continuamente en las distintas instancias de la vida familiar”, dice el médico. Los valores se transmiten continuamente en el hogar a través de conversaciones y actividades familiares. Por eso, hay que tener muy presente que una relación de pareja o familiar donde el trato es agresivo va a transmitir valores negativos. De ahí la importancia de que existan muy buenos gestos entre la pareja, por ejemplo, mostrándose cuidado el uno al otro. El doctor Lyford-Pike relata una experiencia que conoce: en una familia numerosa, cada vez que es el cumpleaños de uno de sus hijos, el padre le regala a su mujer un ramo de flores, dando el mensaje de que ella ha hecho una tarea muy importante hacia ese hijo y eso también hay que celebrarlo. Los pequeños y adolescentes deben ver en sus padres respeto y reconocimiento, es una forma de educar en esos valores.
3. Hablar claro, aprender a comunicarse
No darle vueltas a las cosas. Los mensajes hacia los hijos tienen que ser muy concretos y claros. Decirle, por ejemplo, a un hijo: “Haz tus tareas ahora”; “recoge los juguetes en este momento”. No mezclar estas instrucciones con otros temas. Son técnicas que ayudan a que la comunicación sea clara y directa. Si no, el mensaje llega diluido o confuso. Error es permitir la discusión y aceptar que el niño señale que no quiere, por ejemplo, recoger los juguetes porque lo hizo ayer y que cree que debe hacerlo, en vez de él, su hermana. En esos casos, solamente se debe repetir la instrucción: “Recoge los juguetes ahora”. La llamada “técnica del disco rayado”, es decir, la de repetir el mismo mensaje todas las veces que sea necesario, hasta que se entienda, es muy útil para alcanzar este objetivo. Con los adolescentes, eso sí, hay que aprender otro tipo de diálogo: la negociación. Conversar y establecer compromisos concretos y viables. Atender a sus requerimientos, dar algo, pero pedir también a cambio, haciéndoles ver otros compromisos o cuestiones que les correspondan.
4.Tener un reglamento familiar claro
Es muy importante dar tareas o pequeños encargos a los niños y jóvenes para estimular su sentido de responsabilidad, seguridad y otros valores. Y chequear que se cumplan. Reglamentar asimismo con los adolescentes, por ejemplo, que a cierta hora hay que estar en casa para cenar juntos. Normar que hay un momento para apagar las luces de la casa e ir a descansar. La hora en que se acuestan niños y jóvenes es esencial. “Di una conferencia hace un tiempo en Santiago, hablando de cómo había un descenso del rendimiento escolar de los adolescentes por el descuido del sueño. Se quedan chateando hasta la medianoche y tienen que levantarse a las 6 y media de la mañana. Un joven necesita nueve horas de sueño, de lo contrario no alcanza a reponerse. Hay que imponer normas con el ejemplo de uno: los chicos se acuestan tarde en las casas donde los padres hacen lo mismo”. Si no se duerme lo suficiente, el cerebro no recarga los neurotransmisores que sólo reproduce luego de varias horas de sueño (serotonina, dopamina y noradrenalina), que controlan los estados de ánimo. Por eso, en los jóvenes de hoy se ve gran tendencia a la depresión. Por la misma razón, dice el siquiatra, conviene quitar la TV y los computadores de las habitaciones. Ponerlos en espacios comunes ayuda, además, a generar dinámicas de encuentro.
5. Reuniones especiales.
Hacer reuniones o mantener conversaciones cuando suceden acontecimientos especiales en la familia. Por ejemplo, si vienen las vacaciones y hay posibilidad de un plan en común, especialmente con los adolescentes. Exponerles la idea y recoger opiniones para ponerse de acuerdo, negociando eventualmente. Se trata de buscar soluciones para objetivos concretos. O para enfrentar situaciones difíciles y dolorosas como la muerte de un ser querido. O frente a una “metida de pata” de alguno de los hijos. Todo eso merece reuniones especiales, como estrategia para buscar soluciones en común y compartir sucesos.
6. Aplicar planes de acción
Los padres deben conversar para ponerse de acuerdo acerca de cómo actuar frente a algún acontecimiento o problema. Ejemplo: si a un hijo le está yendo mal en el colegio, idear un plan, decidiendo si va a tener clases particulares o si va a ser necesario aplicar otra estrategia. No dejar los problemas al libre albedrío, sino que enfrentarlos planificadamente. “Gran parte de la educación está en adelantarse a los sucesos. Hay un dicho que dice, más vale llegar un año antes que un minuto después”.
7. Hechos más que palabras
Ser consecuentes con lo que decimos y aplicar técnicas de disciplina, si es necesario, para lograr objetivos. Generar complicidades con los hijos y transmitir valores con el propio ejemplo. Compartir con ellos. “Hay técnicas para esto, como el llamado “floor time”, que es el juego de los papás con sus pequeños en el suelo. Se aconseja 20 minutos diarios compartiendo así, pues da resultados muy positivos de proximidad entre padres e hijos. Con los adolescentes, en cambio, invitarlos a hacer algo que les guste, a comer algo rico, ir al cine, al fútbol y así lograr espacios de intimidad para estar juntos. Vivir estas complicidades alimenta el diálogo y el afecto. El lenguaje del niño es el juego, el del adolescente es la acción, tener aventuras entre padres e hijos es vital. Por ejemplo, una noche pasada juntos en una carpa, en vacaciones, establece mucho más complicidad y comunicación que 300 noches compartidas en la casa”.

por: Pía Rajevic

Los niños son de world of warcraft, las niñas de fotolog.

sábado, 29 de agosto de 2009

Por Hugo Martinez
Uno de los hallazgos más interesantes y novedosos del Indice de Generación Digital es la diferenciación de los usos de Internet entre niñas y niños.
A los doce años, alrededor del 35% de los niños juega World of Warcraft, a la misma edad lo hace sólo el 5% de las niñas. A los diez años, el 51% de los niños juega Age of Empire, en cambio en el caso de las niñas esta actividad no alcanza el 1%.
Por su parte, a los catorce años el 70% de las mujeres tiene fotolog. En el caso de los hombres de la misma edad, esto alcanza al 45%.
A los diez años, el 52% de los niños señala que describen sus estados de ánimo a través de facebook, sin embargo a los 15 años este número baja al 20%. En el caso de las mujeres, a los diez años el 20% dice compartir sus estados de ánimo, cifra que se incrementa al 48% a los 15 años. Pero cuando ambos géneros llegan a los 18 años, los porcentajes de jóvenes que describen sus estados de ánimo tiende a igualarse en el 60%.
Un dato final: bajar archivos de música no tiene mayores diferencias de género y se va a incrementando en la medida que los jóvenes crecen.
¿De qué nos sirve saber tener esta información?
En mi opinión aporta tres cosas interesantes. La generación digital usa los recursos digitales como un medio y no como un fin. Se conectan no por el “placer de conectarse”. Usan la red para expresar emociones, divertirse, buscar música y temas de su interés.

En segundo lugar, el comportamiento que desarrollan los jóvenes en Internet, es un buen reflejo de sus intereses. Vale la pena observar, resguardando la intimidad propia de la adolescencia, lo que hacen nuestros hijos y alumnos frente al computador cuando están conectados. Es probable que refleje sus necesidades de expresión, comunicación o de enfrentar desafíos y desarrollar nuevas habilidades.
Finalmente, también permite generar nuevas conversaciones entre adultos y adolescentes sobre las actividades que realizan en el mundo virtual nuestros hijos y estudiantes. No es raro que las niñas quieran expresar sus emociones y que los niños prefieran jugar a los 15 años. Lo raro, es no aprovechar la oportunidad de conversar sobre esas experiencias y poder estar atentos a necesidades, acompañamiento y contención en caso necesario.

Pirámides de Teotihuacan 1/5

martes, 25 de agosto de 2009

PAPEL DE LO SIMBÓLICO EN EDUCACIÓN

lunes, 24 de agosto de 2009

Cuando un fenómeno es designado con una palabra, se define un significado particular para él. Para cualquier oyente, a partir de entonces, el fenómeno no significa más que lo que la palabra indica. A veces, a modo de ejercicio, las personas se preguntan por qué tal cosa se llama de tal modo, quedando sin resolver el enigma. El presente trabajo tampoco responderá dicha pregunta, pues para efectos prácticos, lo que interesa es comprender el papel del significante en las relaciones entre las personas y, en particular, en el ámbito de la educación.
A veces, el significado atribuido a un fenómeno, está contenido más en la entonación con que se nombra, que en la palabra propiamente tal, “¡el primer año B!”. Dicho con la entonación justa, el significado fluye solo, es decir: “curso problema”.
Aunque se puede concluir que en la descripción de un fenómeno confluyen el signo y la entonación, hay palabras que, por sí solas, despiertan un significado específico, válido, ciertamente, para un cierto grupo de referencia.
Tomando las palabras de un profesor de psicoanálisis argentino, experto en Lacan, psicoanalista francés, que conjuga con gran inteligencia el psicoanálisis con la lingüística, cabe hacer mención de un cuento de Borges, que usa en una de sus clases para explicar la fuerza del significante en la percepción y en la conducta de las personas. El texto cuenta que en una batalla entre dos regimientos enemigos, uno de ellos mandó traer jaulas con leones para atacar al ejército enemigo. En el momento del enfrentamiento el capitán ordenó soltar a los animales, estos, dirigidos por un sagaz comandante, ordenó a los soldados atacar con palos a los perros que había soltado el enemigo, reduciéndolos a golpes, pudiendo, acto seguido, invadir el campo contrario y ganar la batalla.

El planteamiento de Lacan es que un fenómeno no existe si no hasta que una palabra lo designa, y que una vez designado y representado por un símbolo, se define un significado, capaz de de ser reconocido por cualquiera que pertenezca al grupo o cultura de referencia.
Cuando se trata de un sujeto, el símbolo que lo representa ciertamente lo determina. “Ah!, el veneno…”, “el callado”, “el pesado”, etc. Del mismo modo, la designación de un grupo de estudiantes como un curso disruptivo, no solo influye en la percepción que se tiene del grupo, sino que además impone expectativas, que el grupo, inconscientemente hace suyas, generando el comportamiento correspondiente.
Con el fin de dar un cauce operativo a este saber, importa centrar el análisis más en la percepción del fenómeno, determinada por el significante, símbolo o palabra que lo representa, que en el juego de expectativas que genera dicha designación en el propio fenómeno. Como hace el comandante del ejército atacado, que si hubiese nombrado a los animales como leones, sus soldados habrían sido consumidos por el miedo primero, y por los leones luego.
El lenguaje es una cárcel, por cuanto todo fenómeno representado por un símbolo queda sometido a una estructura que le otorga un significado particular, no pudiendo escapar de él, so pena de entrar en la psicosis.
Complejo dilema para el educador, que es un prisionero más del lenguaje. ¿Cómo escapar al símbolo que se interpone entre su percepción y el fenómeno, como ver un significado distinto al símbolo “primer año B”, si ya se estableció una relación significante significado nefasta?
Pero, “primer año B”, es sólo una designación del fenómeno, entre muchas otras. Ellos también son, “alumnos del colegio cualquiera”, una “nueva generación de estudiantes”, los “forjadores del futuro”, “hijos ilustres de tal lugar”, el “orgullo de sus padres”, “adolescentes en búsqueda de una identidad”, “seres en formación”, etc.
¿Qué tal si en lugar de nombrárseles leones se les nombra perros…?

Fernando Honorato Basualto
Psicólogo Universidad de Chile
fdohonorato@hotmail.com

Pirámides de Teotihuacan 2/5

Pirámides de Teotihuacan 3/5

domingo, 23 de agosto de 2009

Pirámides de Teotihuacan 4/5

sábado, 22 de agosto de 2009

Pirámides de Teotihuacan 5/5

viernes, 21 de agosto de 2009

Mercado de PIKE PLACE en Seattle

jueves, 20 de agosto de 2009

Este es el lugar que inspiro parte importante del libro "FISH" y donde se origina toda la filosofía de cambio en una empresa.


Fish Throwing at Pike Place Market - Watch a funny movie here

Microsoft, como ven el futuro

viernes, 14 de agosto de 2009

Pilates para el cerebro

jueves, 13 de agosto de 2009

Richard St.John :8 secretos del éxito

miércoles, 12 de agosto de 2009


FASE DEL ESPEJO Y NARCISISMO NORMAL Y PATOLOGICO APLICADO AL LIDERAZGO

martes, 11 de agosto de 2009


La fase del espejo, definida por Lacan como el momento del encuentro de sí mismo frente al espejo, cuyo valor radica en el reconocimiento que hace el infante del otro como un objeto integrado, con una lógica fisiognomónica, que le da sentido a la propia imagen, en contraposición con el caos circundante, anterior a este momento, donde solo percibe partes dispuestas de un modo casual,no obstante el sentimiento de júbilo que tal reconocimiento promueve en el infante, por el descubrimiento de la magnificencia de la imagen especular, la fijación a este momento impide el paso de lo imaginario a lo simbólico y la resolución del complejo de Edipo.
El narcisismo, por lo tanto, visto como la fijación del sujeto a la imagen de sí mismo en espejo, si bien permite el goce de los favores de la inconsciencia, impone el fracaso del ingreso del sujeto al orden social, cuya condición es la simbolización y la aceptación de la ley del padre.
El sujeto narcisista, atrapado en la imagen de sí mismo, se incorpora al mundo de los hombres, pero sujeto al deseo del otro, con una confusión de papeles y lugares, atrapado en relaciones simbióticas y ambiguas, desprovisto de una identidad propia, o al menos bien delimitada, incapaz de autogobernarse, de generar un espacio propio, de crear un estilo de vida original, y, quizá, lo más grave, de interactuar auténticamente con los demás.
El narcisismo, consecuencia de la fijación del sujeto a la fase del espejo, predispone al desarrollo de una personalidad que Otto Kernberg denomina “Personalidad Narcisística”, cuyas características resume en tres conjuntos de rasgos, descritos en el cuadro 1, transcrito de Revista de Psiquiatría, 1988, N° V, Pág. 105:





Patología de la Estimación del Sí Mismo
Autorreferencia excesiva
Grandiosidad
Superioridad Exhibicionista
Necesidad de admiración por parte de los demás
Superficialidad emocional
Crisis de inseguridad
Estructura
Patología de las Relaciones de Objeto
Envidia consciente e inconsciente
Mecanismo de Defensa: devaluación
Explotación de otras personas
Incapacidad de depender de otros
Falta de empatía
De
Personalidad
Narcisística
Patología del Super Yo
Leve
Incapacidad de experimentar depresión
Graves cambios de ánimo
Tendencia a regirse por vergüenza en vez de culpa
Falta de integración de valores éticos adultos
Grave
Conducta antisocial
Agresión egosintónica
Tendencia paranoidea
Narcisismo Maligno
El narcisismo, descrito en su dimensión patológica, encuentra expresión más atenuada en los sistemas sociales, en los diferentes roles desempeñados por el sujeto. Referido al liderazgo, el cuadro 2 describe las polaridades normal y patológica del narcisismo:



Narcisismo Normal
Narcisismo Patológico
Seguridad en sí mismo
Capacidad de reconocer errores y tolerar su exposición
Capacidad de tolerar la agresión
Capacidad de intuición, empatía y conocimiento de la naturaleza humana
Selección adecuada de colaboradores
Tolerancia y estímulo al desarrollo personal de otros
Inseguridad recubierta de hiperseguridad como compensación
Desprecio a la opinión de los demás, especialmente si contradicen sus convicciones
Incapacidad de tolerar agresión, porque es sentida como un ataque al Yo grandioso patológico
Hace todo lo posible para que todo el mundo lo quiera todo el tiempo
Incapacidad de empalizar y reconocer las necesidades de los demás
Selección de colaboradores incondicionales con expulsión de los críticos
Envidia, que le impide tolerar la creatividad o los aportes de otros
Idealización del personal de otros departamentos, como descalificación
Impulsor de la competencia y la traición entre pares
Fuente: Dimensión Psicológica e Integridad en el Estilo Administrativo, Dr. Otto Kernberg, Rev. Psiquiatría, 1989, N° VI, Pág. 17.
Fernando Honorato Basualto

CASTRACION, ALIENACION Y ORGANIZACIÓN SOCIAL

La castración, que impone la voluntad del padre y marca el ocaso del complejo de Edipo, cuya acción recae sobre los deseos incestuoso y parricida del niño, continúa su tarea en la sociedad, que frena de un modo inclaudicable la realización de los deseos del individuo, negándole, finalmente la condición de ser auténtico, requisito indispensable para la pertenencia al orden social.

La castración, que así entendida, es el móvil constitutivo de los sentimientos de rebeldía o rechazo que abrigan algunas ideologías que se oponen de un modo crónico al poder establecido, encuentra su relativización y conciliación con los conceptos de placer y realidad, introducidos por la teoría psicoanalítica.

Pese a lo seductor que resulta la posibilidad de satisfacción del deseo, el modo de encuentro en la realidad con el fenómeno, constituye la génesis de la enfermedad o la salud. Impedido de escapar a la simbiosis, el individuo que satisface el deseo, ve imposibilitado su ingreso en el orden simbólico, que le otorga un nombre y un lugar en la sociedad.

La castración es la alienación, pues sitúa al individuo más allá del placer, al imponer la prohibición, expresada por el nombre que lo distingue y le niega autenticidad. La alienación o castración es también la realidad, principio sustitutivo del placer, que busca satisfacción inmediata. El principio de realidad es la postergación del goce, o su anulación.

El modo como el individuo se sitúa ante los principios del placer y de realidad, le otorga el sello distintivo de su inserción en orden social. Así, la realización, la negación o la transformación del deseo, constituyen el sustento de un tipo particular de estructura.

El psicótico, se sustrae a la alienación, que lo deja libre del orden simbólico, pero atrapado por el deseo. En la paidofilia, situada como una particular subestructura de la psicosis, se produce una inversión en la búsqueda del goce, por el doble componente de atracción e identificación constitutivo del complejo de Edipo, impulsado talvez por la propia perversión del objeto que niega constitutivamente para sí la ley paterna, imposibilitando su implantación en el orden familiar.

En la neurosis asistimos al triunfo de la prohibición, expresado en el obsesivo a través de rituales de aseguramiento que denotan la inseguridad y desconfianza del propio individuo en sus medidas de control. La histérica, en cambio, con su paradójica estructura, que le permite jugar y confundir con su forma de control, expresa a través de su comportamiento seductor la fuerza de la prohibición, que encubre a través de una pseudo inclinación al goce. El conflicto, tanto en la histérica como en el obsesivo, es la búsqueda de un deseo que saben prohibido, pero al cual no pueden renunciar.

Solo la renuncia al deseo incestuoso y a la reacción parricida ante la prohibición, vale decir, la aceptación de la castración, pueden liberar al individuo de su estructura patógena y aproximarlo a satisfacciones y realizaciones sucedáneas.

Tras la renuncia a los deseos incestuoso y parricida se constituye el sujeto, por su aceptación de la castración y la identificación alienante con el nombre que le es otorgado y lo diferencia en el seno de la sociedad, esto es, por la supremacía del principio de realidad.

La organización social, con su estructura normativa, sirve a la función de castración del padre, promoviendo su impotencia, que constituye la metáfora de la renuncia al deseo y el ingreso en el universo simbólico alienador.


Fernando Honorato Basualto
Psicólogo

David Merrill Siftables

domingo, 9 de agosto de 2009


Hans Rosling Estadísticas para entender el mundo

sábado, 8 de agosto de 2009


Edward De Bono. 6 sombreros para pensar

Este es un resumen del Libro... les recomiendo el texto completo, esto es apenas un aperitivo...
Los seis "sombreros para pensar" nos permiten conducir nuestro pensamiento, tal como un director podría dirigir su orquesta. Podemos manifestar lo que queremos. De modo semejante, en cualquier reunión es muy útil hacer desviar a la gente de su rol habitual, y llevarla a pensar de un modo distinto sobre el tema del caso. La absoluta conveniencia de los seis sombreros para pensar constituye el valor principal de este concepto.
El propósito de los seis sombreros para pensar es desembrollar el pensamiento, de modo que el pensador pueda utilizar un modo de pensar después de otro — en lugar de hacer todo al mismo tiempo o intentarlo. La mejor analogía es la impresión a todo color. Se imprime cada color por separado y al final se reúnen todos y se ve el conjunto.
El método de los seis sombreros para pensar está diseñado para sacar al pensamiento del estilo argumentativo habitual y llevarlo a un estilo cartográfico. Esto hace del pensamiento un proceso de dos etapas. La primera es elaborar el mapa. La segunda es elegir la ruta, en el mapa. Si el mapa es suficientemente bueno, la, ruta mejor suele ser obvia. Tal como en la analogía de la impresión a color, cada uno de los seis sombreros pone un tipo de pensamiento en el mapa.
El mayor valor de los sombreros es su misma artificialidad. Brindan una formalidad y una convención para requerir cierto tipo de pensamiento tanto de nosotros mismos como de los demás. Fijan las reglas del juego del pensamiento. Cualquiera que lo juegue va a conocer estas reglas. Cuanto más se utilicen los sombreros, más se integrarán a la cultura del pensamiento.
Todos los miembros de una organización deberían aprender el lenguaje básico de modo" que se pueda incorporar a la cultura. El pensamiento en foco resulta así mucho más potente. En lugar de perder tiempo en discusiones y razonamientos sin rumbo, se contará con un planteo enérgico y disciplinado.
Al principio, es posible que la gente se sienta un poco incómoda con el uso de los sombreros, pero «esta incomodidad desaparece apenas la conveniencia del sistema resulta evidente.
El gran valor de los sombreros es que proporcionan roles de pensamiento. Un pensador puede enorgullecerse de representar cada uno de esos roles. Subrayo una vez más lo fácil que es usar el sistema. No hace falta que el lector se esfuerce en recordar todos los puntos expuestos en estas páginas. Constituyen una ampliación lo esencial de cada sombrero es fácil recordar.
Sombrero Blanco, blanco, virgen, hechos puros, números e información.
Sombrero Rojo, ver rojo, emociones y sentimientos, también presentimiento e intuición.
Sombrero Negro, abogado del diablo, enjuiciamiento negativo, razón por la que no resultará.
Sombrero Amarillo, luz del sol, brillo y optimismo, positivo, constructivo, oportunidad.
Sombrero Verde, fertilidad, creatividad, plantas brotando de las semillas, movimiento, provocación.
Sombrero Azul, moderación y control, director de orquesta, pensar en el pensamiento.
Mientras más personas aprendan el lenguaje, más útil resultará en cualquier organización. La verdad es que no contamos con un lenguaje sencillo como sistema de control de nuestro pensamiento.
El propósito del pensar con seis sombreros
El primer valor de los seis "sombreros para pensar" es el de la representación de un papel definido. La principal restricción del pensamiento son las defensas del ego responsables de la mayoría de los errores prácticos del pensar. Los sombreros nos permiten pensar y decir cosas que de otro modo no podríamos pensar ni decir sin arriesgar el ego. Disfrazamos de payasos nos autoriza a actuar como tales.
El segundo valor es el de dirigir la atención. Si pretendemos que nuestro pensamiento no sólo sea reactivo, debemos hallar un modo de dirigir la atención a un aspecto después de otro. Los seis sombreros son un medio para dirigir la atención a seis aspectos diferentes de un asunto.
El tercer valor es el de la conveniencia. El simbolismo de los seis distintos sombreros ofrece un modo conveniente de pedir a alguien (incluso a ti mismo) que cambie de modo. Puedes pedir a alguien que sea o que deje de ser negativo. Puedes pedir a alguien que dé una respuesta puramente emocional.
El cuarto valor es la posible base en química cerebral, estoy dispuesto a sostener argumentos que en cierto modo van más allá del estado actual del conocimiento, ya que las exigencias teóricas de los sistemas auto-organizados justifican tal extrapolación.
El quinto valor surge de establecer las reglas del juego. La gente es muy buena para aprender las reglas del juego. Uno de los medios más eficaces para enseñar a los niños es el aprendizaje de las reglas del Juego. Por esta razón, a ellos les gusta tanto usar computadoras. Los seis sombreros para pensar establecen ciertas reglas para el "Juego" de pensar. Y pienso en un juego de pensamiento en particular: el de trazar mapas como opuesto—o distinto— al de discutir.
Seis sombreros, seis colores
Cada uno de los seis sombreros para pensar tiene un color: blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul. El color da nombre al sombrero. Podría haber elegido ingeniosos nombres griegos para indicar él tipo de pensamiento que requiere cada sombrero. Esto habría resultado impresionante y agradado a más de alguien. Pero sería poco práctico, ya que sería difícil recordar los nombres.
Quiero que los lectores visualicen e imaginen los sombreros como verdaderos sombreros. Para esto es importante el color. ¿De qué otro modo se podrían distinguir los sombreros? Formas distintas no serian fáciles de aprender y provocarían confusiones. El color facilita imaginarlos.
Además, el color de cada sombrero está relacionado con su fundón.
Sombrero Blanco: El blanco es neutro y objetivo. El sombrero blanco se ocupa de hechos objetivos y de cifras.
Sombrero Rojo: El rojo sugiere ira, (ver rojo), furia y emociones. El sombrero rojo da el punto de vista emocional.
Sombrero Negro: El negro es triste y negativo. El sombrero negro cubre los aspectos negativos — por qué algo no se puede hacer.
Sombrero Amarillo: El amarillo es alegre y positivo. El sombrero amarillo es optimista y cubre la esperanza y el pensamiento positivo.
Sombrero Verde: El verde es césped, vegetación y crecimiento fértil, abundante. El sombrero verde indica creatividad e ideas nuevas.
Sombrero Azul: El azul es frío, y es también el color del cielo, que está por encima de todo. El sombrero azul se ocupa del control y la organización del proceso del pensamiento. También del uso de los otros sombreros.
En la práctica uno se refiere a los sombreros siempre por sus colores, nunca por sus funciones. Y por una buena razón. Si pides que alguien exprese su reacción emocional ante algo, es poco probable que te respondan honestamente: se piensa que está mal ser emocional. Es más fácil pedirle a alguien que "se quite por un momento el sombrero negro que pedirle que deje de ser tan negativo. La neutralidad de los colores permite que se usen los sombreros sin impedimento alguno. El pensar se convierte en un juego con reglas definidas; deja de ser asunto de exhortaciones y condenaciones.
Hablamos directamente de sombreros:
...Quiero que te quites el sombrero negro.
...Pongámonos todos, el sombrero rojo por un rato.
...Eso está bien para el sombrero amarillo. Ahora pongámonos el blanco.
Cuando trates con gente que no ha leído este libro y no conoce el simbolismo de los seis sombreros para pensar, la explicación de cada color puede aclarar con rapidez el significado de cada uno. A continuación puedes dar a estas personas un ejemplar de este libro para que lo lean. Cuanto más se extiende este modo de decir, más eficaz será su uso. Eventualmente, llegará el día que puedas sentarte en cualquier reunión y cambiar de sombreros con toda facilidad.
Resumen del pensamiento de sombrero blanco
Imagine una computadora que da los hechos y las cifras que se le piden. Es neutral y objetiva. No hace interpretaciones ni da opiniones. Cuando usa el sombrero blanco, el pensador debería imitar a la computadora.
La persona que pide información debe enmarcar y precisar tas preguntas a fin de obtener información o para completar vacíos de la información existente.
En la práctica existe un sistema doble de información. El primer nivel contiene hechos verificados y probados, hechos de primera clase. El segundo, hechos que se cree que son verdaderos, pero que todavía no han sido totalmente verificados, hechos de segunda clase.
La credibilidad varia desde "siempre verdadero" hasta "nunca verdadero". En el medio hay niveles utilizables, tales como "en general", "a veces", y "en forma ocasional". Se puede presentar esta clase de información con el sombrero blanco siempre que se use el "marco" apropiado para indicar su grado de probabilidad.
El pensamiento de sombrero blanco es una disciplina y una dirección. El pensador se esfuerza por ser más neutral y más objetivo al presentar la información. Te pueden pedir que te pongas el sombrero blanco o puedes pedirte a otro que lo haga. Se puede optar por usarlo o por quitárselo. El blanco (ausencia de color) indica neutralidad.
Resumen del pensamiento de sombrero rojo
El uso del sombrero rojo permite que el pensador diga: "Así me siento con respecto a este asunto".
El sombrero rojo legitimiza las emociones y los sentimientos como una parte importante del pensamiento.
El sombrero rojo hace visibles los sentimientos para que puedan convertirse en parte del mapa y también del sistema de valores que elige la ruta en el mapa. El sombrero provee al pensador de un método conveniente para entrar y salir del modo emocional; así puede hacerlo de una manera que no resulta posible sin este truco o instrumento.
El sombrero rojo permite que el pensador explore los sentimientos de los demás cuando les solicita un punto de vista de sombrero rojo. Cuando un pensador está usando el sombrero rojo, nunca debería hacer el intento de de justificar los sentimientos o de basarlos en la lógica.
El sombrero rojo cubre dos amplios tipos de sentimiento:
En primer lugar, las emociones comunes, que varían desde las fuertes, tales como miedo y disgusto, hasta las más sutiles como la sospecha.
En segundo lugar, los juicios complejos, clasificables en tipos tales como presentimientos, intuiciones, sensaciones, preferencias, sentimientos estéticos y otros tipos no justificables de modo perceptible. Cuando una opinión consta en gran medida de este tipo de sentimientos, también se la puede encajar bajo el sombrero rojo.
Resumen del pensamiento de sombrero negro
El pensar de sombrero negro se ocupa específicamente del juicio negativo, señala lo que está mal, lo incorrecto y erróneo, aquello que no se ajusta a la experiencia o al conocimiento aceptado. El pensador de sombrero negro señala por qué algo no va a funcionar, los riesgos y peligros, las imperfecciones de un diseño.
El pensamiento de sombrero negro no es argumentación y nunca se lo debería considerar tal, es un intento objetivo de poner en el mapa los elementos negativos. Puede señalar los errores en el proceso del pensamiento y en el método mismo, confrontar una idea con el pasado para verificar si encaja con lo ya sabido, proyectar una idea en el futuro para verificar qué podría fracasar o ir mal, puede nacer preguntas negativas.
El pensamiento de sombrero negro no debería utilizarse para encubrir complacencia negativa o sentimientos negativos, los que deberían utilizar el sombrero rojo.
El juicio positivo queda para el sombrero amarillo. Dé presentarse ideas nuevas, el sombrero amarillo siempre se debe usar antes que el negro.
Resumen del pensamiento de sombrero amarillo
El pensamiento de sombrero amarillo es positivo y constructivo. El color amarillo simboliza el brillo del sol, la luminosidad y el optimismo.
El pensamiento de sombrero amarillo se ocupa de la evaluación positiva del mismo modo que el pensamiento de sombrero negro se ocupa de la evaluación negativa, abarca un espectro positivo que va desde el aspecto lógico práctico hasta los sueños, visiones y esperanzas. Indaga y explora en busca de valor y beneficio. Después procura encontrar respaldo lógico para este valor y beneficio.
El pensamiento de sombrero amarillo trata de manifestar un optimismo bien fundado, pero no se limita a esto — a menos que se califique adecuadamente otros tipos de optimismo. Es constructivo y generativo. De él surgen propuestas concretas y sugerencias. Se ocupa de la operabilidad y de hacer que las cosas ocurran. La eficacia es el objetivo del pensamiento constructivo de sombrero amarillo.
El pensamiento de sombrero amarillo puede ser especulativo y buscador de oportunidades. Permite, además, visiones y sueños. El pensamiento de sombrero amarillo no se ocupa de la mera euforia positiva (sombrero rojo) ni tampoco, directamente, de la creación de ideas nuevas (sombrero verde).
Resumen del pensamiento de sombrero verde
El sombrero verde es para el pensamiento creativo. La persona que se lo pone va a usar el lenguaje del pensamiento creativo. Quienes se hallen a su alrededor deben considerar el producto como un producto creativo. Idealmente, tanto el pensador como el oyente deberían usar sombreros verdes.
El color verde es símbolo de la fertilidad, el crecimiento y el valor de las semillas. La búsqueda de alternativas es un aspecto fundamental del pensamiento de sombrero verde. Hace falta ir más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio.
Con la pausa creativa el pensador de sombrero verde se detiene en un punto dado para considerar la posibilidad de ideas alternativas en ese punto. No hacen falta razones para esta pausa.
En el pensamiento de sombrero verde el lenguaje del movimiento reemplaza al del juicio. El pensador procura avanzar a partir de una idea para alcanzar otra nueva. La provocación es un elemento importante del pensamiento de sombrero verde y se simboliza con la palabra op. Se utiliza las provocaciones para salir de nuestras pautas habituales de pensamiento. Existen varias formas de plantear provocaciones incluyendo el método de la palabra al azar.
El pensamiento lateral es una serie de actitudes, lenguajes y técnicas (que incluyen movimiento, provocación y op) para saltar, de pautas en un sistema autoorganizado de pautas asimétricas. Se utiliza para generar conceptos y percepciones.
Resumen del Pensamiento de Sombrero Azul
El sombrero azul es el sombrero del control. El pensador del sombrero azul organiza el pensamiento mismo. Pensar con el sombrero azul es pensar acerca del pensamiento necesario para indagar el tema.
El pensador de sombrero azul es como el director de orquesta. Es quien propone o llama al uso de los otros sombreros, define los temas hacia los que debe dirigirse el pensamiento, establece el foco, define los problemas y elabora las preguntas, determina las tareas de pensamiento que se van a desarrollar, es responsable de la síntesis, la visión global y las conclusiones. Esto puede ocurrir de tanto en tanto durante el curso del pensamiento y también al final.
El pensamiento de de sombrero azul monitorea el pensamiento y asegura el respeto de las reglas de juego. Detiene la discusión e insiste en el pensamiento cartográfico. Refuerza y aplica la disciplina.
Se puede usar el pensamiento de sombrero azul en interrupciones eventuales para pedir un sombrero. También puede utilizarse para establecer una secuencia gradual de operaciones de pensamiento que deben respetarse tal como una danza respétala coreografía.
Aún cuando se asigne a una persona el rol específico del pensamiento de sombrero azul este rol está abierto a cualquiera que quiera proponer comentarios o sugerencias de sombrero azul
Conclusión
El mayor enemigo del pensamiento es la complejidad, porque conduce a la confusión. Cuando el pensamiento es claro y sencillo resulta más grato y eficaz. El concepto de los seis sombreros para pensar es muy sencillo. Su utilización también es muy sencilla, tiene dos propósitos centrales:
El primero es simplificar el pensamiento, permitiendo que el pensador trate una cosa después de otra. En vez de hacerse cargo al mismo tiempo de las emociones, la lógica, la información, la esperanza y la creatividad, el pensador puede encararlas por separado. En vez de valerse de la lógica para disimular a media una emoción, el pensador puede llevar dicha emoción a la superficie mediante el sombrero rojo y sin necesidad de justificarla. El sombrero negro para pensar puede entonces tratar el aspecto lógico.
El segundo propósito central de los seis sombreros para pensar es permitir una variación en el pensamiento. A una persona que en el transcurso de una reunión se ha mostrado continuamente negativa, se le puede pedir que se quite el "sombrero negro". Esto le indica a la persona que está siendo persistentemente negativa. También se puede pedir a esta persona que se ponga "el sombrero amarillo". Este es un pedido directo de que sea positiva. De este modo, los seis sombreros proporcionan un lenguaje que, sin ser ofensivo, es preciso. Lo más importante es que este lenguaje no amenaza el ego o la personalidad del sujeto. Se convierte en actuación o incluso en un juego. Los seis sombreros permiten que se solicite pensar de ciertos modos. Los sombreros resultan así una especie de instructiva taquigrafía.
No estoy insinuando que en todo momento deberíamos ponernos conscientemente un sombrero u otro. Ello es completamente innecesario. En algunas ocasiones puede que queramos usar todos los sombreros en una secuencia formalmente estructurada; en estos casos deberíamos exponer la estructura por adelantado. Más a menudo querremos ponernos uno u otro sombrero con cierta formalidad en el curso de una discusión. O podemos querer pedir a uno de los presentes que se ponga un sombrero determinado. Al principio esto puede parecer un tanto extraño pero con el tiempo parecerá muy natural. Obviamente, el lenguaje consigue utilidad máxima si todos los miembros de una organización están al tanto de las reglas de juego. Por ejemplo, todos los que acostumbran reunirse para discutir deberían conocer el significado de los distintos sombreros. El concepto funciona mejor cuando se convierte en una especie de lenguaje común.
Publicado http://mafrancia.zoomblog.com

Seis Sombreros para Pensar

viernes, 7 de agosto de 2009

Seis Sombreros para Pensar

La paradoja de nuestras elecciones


SUPERVISORES. ¿PERDIÓ UN BUEN EMPLEADO Y GANÓ UN MAL SUPERVISOR?

jueves, 6 de agosto de 2009

Como consultor he debido hacer esta pregunta muchas veces.
La respuesta habitual es una sonrisa de resignación más un encogimiento de hombros.

Porque en realidad. lo que se hace en las empresas es mirar a aquellos empleados destacados y “se le ponen jinetas”.

Normalmente, esta determinación no es aceptada por sus pares dificultando así el éxito de su labor y a poco andar, quienes han tomado la decisión de nombrarlos “Supervisor”, se arrepienten, quedando el antiguo y feliz buen empleado sumido en el desamparo y no querido por sus pares y sus jefes.

¿Qué falló?


Antes de tomar la decisión de nombrar al buen empleado como supervisor se hicieron las siguientes preguntas:
¿Este buen empleado tiene las habilidades básicas de un supervisor?
¿Sabe planificar, organizar, comunicar, liderar y facilitar?

¿Tiene las herramientas que le permitirán manejar sus responsabilidades a tiempo, con calidad, con los estándares exigidos, con el costo adecuado, resolviendo conflictos?

Todas estas preguntas plantean y se resuelven en el curso “Desarrollando Supervisores Profesionales”, destinado a proveer de estas herramientas y habilidades que permitan potenciar a buenos empleados en temas que antes de su nombramiento nunca fueron su preocupación y que la empresa debiera entregar antes de enfrentarlos a un desafío como es la supervisión.

Si no lo ha hecho así, aún está a tiempo y es bienvenido a contactarnos.

Derechos del Niño

martes, 4 de agosto de 2009

 
Plantilla creada por laeulalia basada en la denim de blogger.