!!!NOVEDADES¡¡¡ !!!NEWS¡¡¡

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Welcome visitors to this blog:  You can use the translator placed on the upper left side of this page to translate material from any tag to your language. This week Witricity & Augmented reality.


8 Simple Rules For Dating My Teenage Daughter (Under Parents Help)by W.Bruce Cameron.

Something as simple as fun is the easiest way to change people’s behaviour for a better world.(The fun theory tag).

Próximo curso "Desarrollando Supervisores", 2 de Diciembre


Adhiero a las ocho reglas para salir con mi hija.


Comentario al interesante nuevo libro de Pilar Sordo, "No quiero crecer" con el abordaje de la sexualidad juvenil.

Ocho reglas para salir con mi hija

martes, 1 de diciembre de 2009

El columnista norteamericano Bruce Cameron escribió una serie de reglas para los novios de sus hijas.

El miedo al padre de su novia cuando era joven y después su propia experiencia como papá llevaron al columnista estadounidense Bruce Cameron a escribir en su blog ocho reglas para los posibles interesados en su hija. "Mi lema es marchitarlos en el living para que queden marchitos toda la noche", explicó.

Estas reglas le reportaron tal éxito -de hecho están traducidas a varios idiomas-, que luego de publicarlas en la web, escribió un libro a partir de ellas, sacó un DVD y más tarde publicó un segundo texto sobre "Reglas para casarse con mi hija". Aquí las ocho "recomendaciones" para los novios:


Uno: si estacionas frente de mi casa y tocas la bocina, será mejor que vengas a entregar un paquete, porque no conseguirás otra cosa.

Dos: no tocarás a mi hija delante de mí. Puedes mirarla siempre y cuando no sea fijamente y siempre por encima de su cuello. Si no eres capaz de mantener tus ojos y tus manos alejadas de ella, sencillamente te los arrancaré.

Tres: sé que la gente de tu edad considera muy moderno llevar los pantalones tan abajo que parece que se les van a caer. Por favor, no lo consideres un insulto, pero tanto tú como el resto de tus amigos son completamente idiotas. Aun así, como deseo ser agradable y abierto de mente, te propongo el siguiente compromiso: puedes venir a mi casa mostrando la ropa interior y con pantalones 10 tallas más grande, y no me opondré. Pero para asegurarme de que tus pantalones no se bajen "accidentalmente" durante la cita con mi hija, cogeré mi martillo eléctrico y te los fijaré firmemente a la cintura.

Cuatro: se asume que para conocernos, hablaremos de deportes, política y otros temas de actualidad. Por favor, ni lo intentes. La única información que necesitas darme es la hora en que traerás a mi hija de vuelta a casa sana y salva, y la única respuesta que procede es: "Temprano".

Cinco: no tengo duda de que eres un tipo muy popular, con muchas oportunidades con otras chicas. Me parece muy bien, siempre y cuando ello le parezca bien a mi hija. Aparte de eso, desde el momento en que salgas con ella, no saldrás con ninguna otra hasta que ella decida acabar la relación. Si la haces llorar, yo te haré llorar.

Seis: estoy seguro que sabes que en el mundo de hoy el sexo sin usar un método "barrera" puede matarte. Permíteme explicártelo: hablando de sexo, yo soy la "barrera", y sí: puedo matarte.

Siete: los siguientes lugares no son apropiados para una cita con mi hija:
-Lugares donde haya camas, sofás u cualquier otra cosa más suave que un piso de madera.
-Lugares donde no haya padres, policía o monjas a la vista.
-Lugares oscuros.
-Lugares donde haya gente bailando, de la mano o alegre.
-Lugares donde la temperatura ambiente sea suficiente como para que mi hija quiera ponerse pantalón corto, trajebaño o cualquier otra cosa que no sea un jersey de cuello alto bajo una parka de pluma abrochada hasta la boca.
-Las películas con alto contenido romántico también están prohibidas. En las que aparezcan sierras eléctricas están bien.
- Los partidos de fútbol están bien.

Ocho: no me mientas. Puedo parecer viejo, calvo e idiota, pero en lo que concierne a mi hija, soy el todopoderoso y omnisapiente Dios del Universo. Si te pregunto adónde van y con quién, sólo tendrás una oportunidad para decirme la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Tengo una escopeta, una pala y cien metros de terreno detrás de casa. No juegues conmigo.

Alain de Botton: A kinder, gentler philosophy of success

lunes, 30 de noviembre de 2009

Alain de Botton examina nuestras ideas sobre el éxito y el fracaso, y cuestiona las suposiciones subyacentes a estas dos valoraciones.


PILAR SORDO : "NO QUIERO CRECER"

domingo, 29 de noviembre de 2009

Próximo libro de la psicóloga Pilar Sordo:No quiero crecer
La nueva sexualidad a los 15 años.
A esta edad los adolescentes sufren un remezón que afecta su desarrollo emocional y su conducta sexual. En su nuevo libro "No quiero crecer" -que saldrá a la venta esta semana-, la psicóloga Pilar Sordo describe esta etapa como un "terremoto" que pone a prueba los valores y la demarcación de límites. Aquí, las tres escalas del terremoto.



Primera escala:
La barrera del pudor


Hace unos años comenzó a ponerse de moda en varios colegios de Santiago y regiones el llamado "juego de las pulseritas" según la psicóloga Pilar Sordo. Aparentemente inocente y divertida, esta práctica ganó especial popularidad entre las niñas y niños de los últimos años de enseñanza básica y algunos de los primeros años de educación media. Su dinámica gira en torno a unas pulseritas de colores que las niñas se hacen con hilos de bordar y que se ponen en la muñeca con la misión de entregarlas a todos los compañeros con quienes se besarán durante una reunión o en alguna fiesta de colegio. Su reglamento es simple: La niña que logra desprenderse de más pulseras -que besa a más compañeros- gana el juego. Se convierte en la más popular porque los hilitos con su color distintivo ahora los lucen como trofeos, otros adolescentes, de los que la mayoría de las veces, apenas conocen el nombre.


Según Pilar Sordo, estas pulseritas -ya convertidas en un panorama del carrete pre-quinceañero- evidencian la forma explosiva en que los adolescentes han comenzado a traspasar, a edades cada vez más tempranas, la barrera del pudor.

Esta dinámica demuestra el poco valor que le entregan al acto de besarse, que bajo estos códigos se transforma en una práctica divertida, sin trasfondo. Más que un acto importante en su desarrollo sexual y emocional, se convierte en una búsqueda de sensaciones o de adrenalina.


Para la psicóloga, que describe este fenómeno en su nuevo libro, "No quiero crecer" (Editorial Norma), que se lanzará estos días, el pudor es clave para el desarrollo de la sexualidad de los adolescentes. El pudor comienza a vivirse junto con la aparición de los caracteres sexuales secundarios, aquellos que los distinguen, pero no son directamente parte del sistema reproductor (caderas y pechos en las mujeres; músculos y vello facial en los hombres). Esta etapa -que actualmente se inicia al final de los 11 años y al comienzo de los 12- provoca que se sientan y se vean distintos. La primera reacción es que niños y niñas comiencen a resguardarse, a taparse y, en la gran mayoría de los casos, a avergonzarse. El problema surge en la medida en que los adolescentes cambian, a la velocidad del rayo, la vergüenza por la desinhibición. Y eso, asegura Pilar Sordo, se evidencia primero en las mujeres y más tardíamente en los hombres. "Todo esto se hace evidente a los 13 años, cuando muchas niñas empiezan a tener un cuerpo de mujeres en una estructura mental que sigue siendo infantil. Entonces comienza el tema de jugar con estas características, probar con cuánto muestran y cuánto no muestran, y su actitud frente al pudor se trastoca. Sienten que mantener el pudor es una cosa medio ridícula, pero que en cambio es una osadía mostrar. Esta actitud está ligada con la sobreerotización de la sociedad, donde la mujer es más mujer en la medida en que tiene más busto".


En el caso de los hombres, este juego tiene un aspecto más conductual que corporal. Dice que la osadía masculina está en el empezar a conquistar, en vencer el pudor a nivel de personalidad. "Más que mostrar su cuerpo, ellos se preocupan más de conquistar, de mostrarse lo más machos posible y empiezan a trabajar su cuerpo para sentirse atractivos desde ese ámbito".


En la medida en que esto ocurre es inevitable que niños y niñas terminen encontrándose en un juego donde se potencian. Mientras estas niñas-mujeres se muestran más, los niños cambian sus conductas para conquistarlas. Aparecen los códigos de conquista sexual, un crecimiento adolescente impaciente y adelantado. Esto ocurre porque hay difusión en los límites; no está claro qué se hace a los 13 años, cuánto se seduce, cómo se conquista. "Esas situaciones corresponden a otra edad, y traspasar ese límite a la larga sólo genera daño. De hecho, yo planteo que en los cursos de séptimo y octavo básico no se debería pololear. A esa edad su misión debe estar más enfocada con establecer códigos de lealtad en las amistades, más que códigos de uno a uno en términos de relación de pareja", explica la psicóloga.


Para Pilar Sordo, como a esta edad los niños actúan muy instintivamente y no tienen un código emocional muy grande ni menos valórico, el concepto de autocuidado es clave. Puede marcar la diferencia en esta escala de desarrollo emotivo y sexual. El autocuidado es la salida, el fin de esta escala.


"Es la única manera de prevenir, pero requiere de tres cosas clave: una es la evaluación del riesgo, otra es el establecimiento de un código valórico que te permita protegerte y el otro tiene que ver con la incorporación de factores emocionales dentro de este repertorio erótico nuevo. Lograr que los niños manejen este concepto sólo depende de los padres, quienes deben haberlo trabajado desde el inicio de su crianza. Enseñazas como que nadie lo puede tocar, que tienen que respetarse a sí mismos, controlar sus instintos. Y eso, que en este momento se deposita en lo sexual, debió centrarse a los cinco años con las pataletas, o a los tres años para controlarle el sueño o los esfínteres. Al final, el cómo los papás codifiquen ese proceso de aprendizaje no es independiente de cómo va a llegar a codificar su conducta sexual en la adolescencia. Es una malla que empieza a agarrar redes distintas".


Segunda Escala: Los peligros de la invulnerabilidad


En su libro Pilar Sordo asegura que actualmente los adolescentes tienen un exceso de información sobre el sexo y la sexualidad finalmente termina por servirles de nada. Dice que en sus conversaciones con estos niños ha comprendido que "todos los conocimientos que ellos manejan en relación a cómo cuidarse en términos de mecanismos de anticoncepción, no los usan porque asumen que nunca van a vivir una situación tan extrema, y si la vivieran, tampoco van a correr ningún riesgo porque no les va a pasar nada".


Precisamente esta errónea convicción de seguridad -"de que no les va a pasar nada"- es una característica central de esta etapa de la adolescencia. Se conoce como principio de invulnerabilidad y está directamente relacionado con sus estructuras mentales y neurológicas propias de su edad, porque hay ciertas partes del cerebro que se bloquean en la evaluación de los riesgos. Lo natural es que esto vaya desapareciendo a medida que crecen. Pero como en la actualidad muchos adolescentes también desarrollan una temprana relación con el alcohol, este principio de invulnerabilidad crece y se extiende por un periodo más extenso de lo normal. Eso aumenta el riesgo. Se extiende la idea de que las cosas les pueden pasar a otros, pero no a ellos.


"La mayoría de los adolescentes debe asumir el miedo a la experimentación de conductas adultas de una manera positiva o negativa, dependiendo de su elección. Si lo viven de una manera positiva, el miedo va a ser un factor protector, que les va a decir que no se pueden meter en situaciones riesgosas porque van a salir dañados. Pero el problema surge porque en la actualidad el miedo no se enfrenta con esa mirada. Ya no está visto como un factor protector, sino como algo que hay que traspasar, que hay que avasallar. Ahora el miedo se vive en la medida en que se vence. Hoy, mayoritariamente los niños de 14 años valoran más al que dice que sí ante una conducta riesgosa que el que dice valientemente no para protegerse. Ése es el perno", explica la psicóloga.


Bajo esta perspectiva de riesgo mal enfocado, el tema sexual adquiere una perspectiva diferente. La explicación de Pilar Sordo es que durante la adolescencia son tantas las variables que hay que manejar en la vida cotidiana, son tantos los miedos con los que los niños tienen que enfrentarse -subirse a una micro por primera vez, poder andar de noche, experimentar situaciones sociales donde ven a otros consumir drogas, etc.-, que los adolescentes no están preparados para incorporar además un tema con tanta energía propia como el sexual. "Así, al adelantar su iniciación sexual, entre las niñas se desvirtúa el concepto de virginidad y muchas veces inician prácticas para las que no están preparadas como el sexo oral".


"Creo que hay un tema ahí que se debe reflexionar socialmente, sobre todo entre quienes creemos en el concepto de la espera, la espera en la madurez, la espera en el compromiso para poder entregar esta parte mía, porque evidentemente esa persona, me guste o no, formará parte de la memoria emocional. Creo que le hemos ido perdiendo el valor al concepto de espera, a pesar de que hay un grupo grande de jóvenes, de mujeres y hombres, que lo siguen valorando como algo importante, pero que no se atreven a decirlo, porque son castigados socialmente, al tratarse de un tema antiguo, un tema que aparentemente no tiene sentido. Y en eso los padres tenemos la responsabilidad de hacerles soñar con ese concepto, tanto a hombres como a mujeres", explica en su libro.


Para la especialista, la mejor manera para que los padres combatan la errónea percepción del principio de invulnerabilidad es que controlen los límites y resguarden el espacio protector de los hijos. Que expliquen claramente cuáles son los factores de riesgo a los que no están dispuestos que se sometan o vivan. Y eso pasa por su autonomía. "A los quince años los niños no deberían ser tan autónomos. Deberían tener una hora límite clara para carretear, y menos hacerlo en horarios nocturnos ni en discoteques, porque en esos espacios hay más riesgos. Además los papás deberían tener un control sobre las amistades de sus hijos. Deberían indicar las variables de control y las situaciones de riesgos de las cuales están protegiendo a sus hijos".


Tercera escala: El costo de la impaciencia


Para Pilar Sordo, la impaciencia adolescente es otra característica que define y determina el acercamiento de las nuevas generaciones a la sexualidad. Dice que estamos frente a pre-quinceañeros que quieren experimentar sensaciones con rapidez y con la excusa de que eso los hace sentir más vivos, más grandes. "Tiene que ver con la conexión, con la adrenalina, con el que desaparezcan las angustias, las responsabilidades. Pero este deseo de vivir al máximo inevitablemente se entrecruza con la imprudencia, con la pérdida de control, con la ignorancia de lo que se está experimentando".


Esta impaciencia inevitablemente está asociada con la sensación de invulnerabilidad. Es el paso siguiente de ese estado. En la medida en que los adolescentes pierden el miedo, que se sienten seguros ante el riesgo, que malinterpretan su autonomía, la ansiedad por experimentar crece y genera que se cometan conductas basadas en la impaciencia.


Además, aclara Pilar Sordo, esta sensación de experimentar también es provocada por otras estructuras sociales bastante más complejas que ejercen presión sobre los adolescentes. "Esta generación, a la que apellido "banda ancha", está determinada por un sentimiento de rapidez para todo; para ellos todo tiene que ser instantáneo, todo tiene que ocurrir en el momento, sin procesos largos. Y eso es algo que replican de lo que sucede dentro de hogares donde ya no se cocina sino que se compra la comida hecha, en los que todo se encarga por teléfono o por el computador. Ante esa realidad, estos niños, que no tienen su personalidad e identidad aún estructurada prenden como pasto seco".


Entonces, si a esta impaciencia también se suman las anteriores etapas -la pérdida de la barrera del pudor, la falta de autocuidado- no es de extrañar que un gran porcentaje de adolescentes actualmente tenga su primera relación sexual tempranamente, sin mayor conciencia de lo que están haciendo. Se inician en una sexualidad que, en la gran mayoría de los casos, no está asociada al afecto, sino sólo a la práctica.


"El resultado es que los adolescentes empiezan a sentir interiormente grandes cuotas de angustia, sobre todo las mujeres, porque ellas están por naturaleza más intrínsecamente hechas para asociar o mezclar lo emocional, y se les obliga a disociarlo, porque o están bebidas o porque así hay que hacerlo. El tema es que ni siquiera dejan espacio para una conquista larga. O se adelanta ella a decirle que le gusta, o se adelanta él, o se besan antes de conversar. El tema es ir saltándose etapas lo más rápido posible, para avanzar. ¿Hacia dónde? Ni siquiera ellos lo tienen claro, pero el punto es que están avanzando", dice la psicóloga.


Para poner freno a esta impaciencia, los mecanismos de control de los padres son clave. "Si los papás no atrincan, no ajustan y no aprietan, de aquí en adelante costará un triunfo. Fundamentalmente hay que tratar de poner límites de horario, conocer a los amigos de los hijos, algo más que sólo el nombre, tener acceso a las redes tecnológicas que maneja -fotolog, facebook, twitter, etc.-, saber cómo las viven y cómo las experimentan".


La especialista aclara que es muy importante que los padres comprendan que esto sucede en un trasfondo de deberes y derechos.


"Hoy los niños tienen más conciencia de lo segundo. En la medida en que los padres instauran esta conciencia, enseñan códigos valóricos a sus hijos y guiarlos para que se dejen de regir por lo instintivo, la estructura para resistir este remezón estará mejor preparada".




Por Juan Luis Salinas..

Dan Ariely ¿Tenemos Control de Nuestras Decisiones?

sábado, 28 de noviembre de 2009

Ксения Симонова - Песочная анимация Kseniya Simonova. Increible animación con arena

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESCALERA PIANO

lunes, 23 de noviembre de 2009

RECICLEMOS CON ENTRETENCION

CON HUMOR PODEMOS AUMENTAR EL RECICLAJE

EL BASURERO MAS PROFUNDO

Con un poco de humor podemos cambiar los habitos de limpieza de la ciudad


Curso Nuevas Prácticas Conversacionales Colegio Asunción de Rengo

domingo, 15 de noviembre de 2009

La finalidad del curso Nuevas Prácticas Conversacionales, es enseñar a recomponer las relaciones y comunicación entre las personas , en sus familias y dentro de las organizaciones en que se desenvuelven a través de una nueva interpretación del lenguaje que ocupamos.

La Dirección del Colegio Asunción de Rengo estimó que toda la comunidad escolar (incluídos alumnos, Padres y Apoderados), requería vivir la experiencia de este curso.
El equipo Directivo,Docente y Administrativo del Colegio Asunción de Rengo, formó parte del Curso "Nuevas Prácticas Conversacionales" que se realizó entre los meses de Agosto y Octubre de 2009, y se realizaron trabajos introductorios con alumnos, padres y apoderados con la perspectiva de desarrollar con ellos similar trabajo a contar de Marzo de 2010.

Al dar inicio a nuestro curso, se analizaron cuales eran las expectativas que de él tenian los participantes y se listaron aquellas que fueron planteadas para cotejar al término del curso si ellas fueron satisfechas.
Según los asistentes, a traves del curso y las herramientas que en él se desarrollaran, quieren alcanzar siete objetivos:
1.-Aprender a conversar
2.-Tratar de entendernos
3.-Sacar afuera las emociones
4.-Aprender a trabajar en equipo
5.-Perder el miedo a la crítica
6.-Conocernos
7.-Conocer el lenguaje corporal

Serán los propios participantes quienes evaluarán el cumplimiento de estas expectativas.

Witricity. Electricidad inalambrica

sábado, 14 de noviembre de 2009

¿será posible tener un mundo sin cables ni pilas?

Realidad Aumentada

viernes, 13 de noviembre de 2009

Este es uno de los últimos desarrollos con gran potencial de uso que añade información virtual a información física ya existente.
El enlace permite ver todos los pasos necesarios para hacer nuestro propio experimento.

Al final he agregado un enlace con una prueba inicial que realicé. 



Living Sasquatch - Papervision - Augmented Reality from Boffswana on Vimeo.

Aqui podran ver mi primera prueba en el tema
http://livingsasquatch.com/watch.php?id=4969

8 Simple Rules For Dating My Teenage Daughter

miércoles, 11 de noviembre de 2009

When I was in high school I used to be terrified of my girlfriend's father, who I believe suspected me of wanting to place my hands on his daughter's chest. He would open the door and immediately affect a good-naturedly murderous expression, holding out a handshake that, when gripped, felt like it could squeeze carbon into diamonds.

Now, years later, it is my turn to be the dad. Remembering how unfairly persecuted I felt when I would pick up my dates, I do my best to make my daughter's suitors feel even worse. My motto: wilt them in the living room and they'll stay wilted all night.

"So," I'll call out jovially. "I see you have your nose pierced. Is that because you're stupid, or did you merely want to APPEAR stupid?"

As a dad, I have some basic rules, which I have carved into two stone tablets that I have on display in my living room.

Rule One: If you pull into my driveway and honk you'd better be delivering a package, because you're sure as heck not picking anything up.

Rule Two: You do not touch my daughter in front of me. You may glance at her, so long as you do not peer at anything below her neck. If you cannot keep your eyes or hands off of my daughter's body, I will remove them.

Rule Three: I am aware that it is considered fashionable for boys of your age to wear their trousers so loosely that they appear to be falling off their hips. Please don't take this as an insult, but you and all of your friends are complete idiots. Still, I want to be fair and open-minded about this issue, so I propose this compromise: You may come to the door with your underwear showing and your pants ten sizes too big, and I will not object. However, in order to assure that your clothes do not, in fact, come off during the course of your date with my daughter, I will take my electric staple gun and fasten your trousers securely in place around your waist.

Rule Four: I'm sure you've been told that in today's world, sex without utilizing a "barrier method" of some kind can kill you. Let me elaborate: When it comes to sex, I am the barrier, and I WILL kill you.

Rule Five: In order for us to get to know each other, we should talk about sports, politics, and other issues of the day. Please do not do this. The only information I require from you is an indication of when you expect to have my daughter safely back at my house, and the only word I need from you on this subject is "early."

Rule Six: I have no doubt you are a popular fellow, with many opportunities to date other girls. This is fine with me as long as it is okay with my daughter. Otherwise, once you have gone out with my little girl, you will continue to date no one but her until she is finished with you. If you make her cry, I will make YOU cry.


Rule Seven: As you stand in my front hallway, waiting for my daughter to appear, and more than an hour goes by, do not sigh and fidget. If you want to be on time for the movie, you should not be dating. My daughter is putting on her makeup, a process which can take longer than painting the Golden Gate Bridge. Instead of just standing there, why don't you do something useful, like changing the oil in my car?


Rule Eight: The following places are not appropriate for a date with my daughter: places where there are beds, sofas, or anything softer than a wooden stool. Places lacking parents, policemen, or nuns. Places where there is darkness. Places where there is dancing, holding hands, or happiness. Places where the ambient temperature is warm enough to induce my daughter to wear shorts, tank tops, midriff T-shirts, or anything other than overalls, a sweater, and a goose-down parka zipped up to her chin. Movies with a strong romantic or sexual theme are to be avoided; movies which feature chainsaws are okay. Hockey games are okay.

My daughter claims it embarrasses her to come downstairs and find me attempting to get her date to recite these eight simple rules from memory. I'd be embarrassed too--there are only eight of them, for crying out loud! And, for the record, I did NOT suggest to one of these cretins that I'd have these rules tattooed on his arm if he couldn't remember them. (I checked into it and the cost is prohibitive.) I merely told him that I thought writing the rules on his arm with a ball point might be inadequate—ink washes off—and that my wood-burning set was probably a better alternative.



One time, when my wife caught me having one of my daughter's would-be suitors practice pulling into the driveway, get out of the car, and go up to knock on the front door (he had violated rule number one, so I figured he needed to run through the drill a few dozen times) she asked me why I was being so hard on the boy. "Don't you remember being that age?" she challenged.



Of course I remember. Why do you think I came up with the eight simple rules?



W. Bruce Cameron:

Bogota, Colombia.Museo del Oro y Botero.

martes, 3 de noviembre de 2009

Conocer Colombia, sus bellas mujeres y su exisito café, sólo puede ser mejorado si además se visita el Museo del oro y el Museo Botero.



ITIL

lunes, 2 de noviembre de 2009

Itil Group nace en Europa, España a principios del 2000, en Chile esta compuesta por un conjunto de consultores Senior con sólida formación TI, expertos en ITIL y que en algunos casos están al otro lado del algoritmo, es decir, son gerentes de servicios, gerentes de operaciones o ejecutivos responsables de la entrega del servicio TI dentro de sus organizaciones, esta condición nos ha permitido contar mejor experiencia, comprendiendo los dolores de la organización cliente del día a día en el laboratorio más real con que se puede contar. Esas experiencias validan nuestros planes de implantación, dirigiendo los proyectos desde las definiciones más básicas y necesarias (catálogos, CMDB, SLA, SLO, alcances), con los roles establecidos en ese mismo proyecto, pasando por cada uno de los procedimientos y prácticas que componen los distintos procesos que se desee implantar.

BENEFICIOS
Mejorar la calidad del servicio.
Aumentar la satisfacción de servicios.
Disminución de incidentes.
Obtener una organización “medible”.
Mejor trabajo de equipos internos.
Ajuste de presupuesto de su empresa.
Mejora en la utilización de los recursos.
Posibilidades de ser más competitivos.
Reducción del trabajo repetitivo.
Eliminación del trabajo redundante.
Crecimiento del negocio sin perder eficiencia TI

http://www.itilgroup.cl

ITIL es una marca registrada por la oficina de comercio del gobierno inglés y de uso libre para la comunidad, implantar sus recomendaciones no significa que la empresa quiera ser ITIL, sino que organiza sus Tecnologías de Información de la mejor, y probablemente, la ínica manera de hacerlo.

HOME. Estamos a 10 años de una catastrofe medioambiental

sábado, 17 de octubre de 2009

En los 200.000 años que llevamos los hombres sobre la Tierra hemos roto el equilibrio que durante casi cuatro mil millones de años de evolución se había establecido en el planeta. El precio que debemos pagar es alto, pero es demasiado tarde para ser pesimistas: la humanidad dispone apenas de diez años para invertir la tendencia, darse cuenta del grado de espolio de la riqueza de la Tierra y cambiar su modelo de consumo.HOME es un largometraje dirigido por Yann Arthus-Bertrand y coproducido por EuropaCorp (Estudio de Luc Besson) y Elzévir Films con el apoyo de PPR. HOME se compone de imágenes aéreas que abarcan los temas medioambientales más importantes, diciéndonos a la vez que aún existen soluciones. HOME se estrenará el 5 de Junio 2009 en todo el planeta y en todos los formatos. El objetivo es llegar a la audiencia más amplia posible y convencernos sobre nuestra responsabilidad individual y colectiva hacia el planeta.
¿cuál será tu rol en el futuro?
http://www.youtube.com/watch?v=Uf1VaFtd-iU enlace a un corto
http://www.youtube.com/watch?v=SWRHxh6XepM enlace a la pelicula completa

Grupos de Trabajo Colegio Asunción-Rengo-Chile

viernes, 16 de octubre de 2009

Una de las actividades del curso Nuevas Prácticas Conversacionales fue leer y compartir las enseñanzas del libro FISH.
Se formaron 4 grupos de trabajo que llevarán adelante los principios que este libro señala respectos de tus clientes internos y externos y que son:
ALEGRARLES EL DIA
ESCOGE TU ACTITUD
JUGAR
ESTAR PRESENTE

Cada grupo tendrá dos semanas para hacer una presentación del tema y exponer la manera que cada principio pueda ser llevado a cabo en la comunidad del Colegio Asuncion de Rengo.

Isabel Allende Historias de Pasión

lunes, 12 de octubre de 2009

Cronicas de una reunion de Apoderados

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Siempre me ha gustado hacer el ejercicio de observar lo cotidiano como si fuese un objeto extraño, curioso y nuevo:
Hoy me tocó asistir a una reunión de apoderados de mi hija postiza, quien al contrario de mis hijos quienes van a un colegio subvencionado desconocido, pequeñito y acogedor, asiste a un gran y prestigioso liceo fiscal.
Había evitado las reuniones durante todo el año como a la peste, pero estando ya a fines de Agosto se me agotaron las excusas.
Armándome de valor partí y aprendí unas valiosas – y tristes - lecciones.

El valor me duró muy poco. Creo que no más de cinco minutos. Sin embargo aprendí lecciones de gran importancia para mi situación de apoderada en un liceo fiscal. Deseo compartirlas con Uds. lectores, sospechar de ellas, discutirlas y ver si de estas lecciones individuales y singulares a mi experiencia podemos problematizar el oficio de ser apoderado … porque tiene todas las características de un oficio complejo e interesante. No crea Ud. estimado lector que pasará 13 años de apoderado sin aprender unas cuantas cosas bien curiosas.
Lo primero que llamó mi atención fue que debimos esperar a que nos abrieran la sala y a que llegara la profesora; no había nada que indicara que éramos esperados, menos aún bienvenidos.

Luego mi interés se fijo en la distribución de la sala: Absolutamente tradicional, los padres y apoderados sentados en filas como si fueran alumnos y la profesora dirigiendo la reunión desde la tarima.
Todo dispuesto para una clase de estilo frontal, de esas en que sólo puedes ver la nuca de quien está delante de ti y a la docente con su pizarrón. Empiezo a sospechar de la estructura de poder y relaciones que me tocara vivir en las próximas horas.
En el pizarrón, aparece escrita la tabla:
Básicamente informaciones varias – que bien podrían darse por escrito – y un espacio para la directiva del curso al final. Curiosamente no se incluye la posibilidad de un “otros” o como quiera llamarse la ocasión de plantear situaciones por parte de los apoderados.
Todo empieza con un sermón quejumbroso respecto de lo irresponsable que son los padres que no asisten a estas reuniones. Esto es explicado por la profesora como desinterés por sus hijos, falta de compromiso con el liceo y, tal vez, el evitar pagar las cuotas del curso.

Me sorprende la pedagogización del vínculo paterno y materno, reducido este al cumplimiento de las demandas que el colegio hace de los apoderados: En este contexto, una buena madre es una apoderada cumplidora de todo lo requerido por la institución escolar. Da la impresión que no cabe pensar a los padres con independencia de su rol de apoderados. ¿No es muy raro eso?
Me llama la atención la falta total de autocrítica institucional. Si las reuniones son fundamentales como asegura la profesora, ¿Recoge el liceo datos que permitan explicar el ausentismo a estas reuniones? – Se me ocurre preguntar en voz alta sin levantar la mano y – craso error – tuteando a la profesora. (¿Cuándo aprenderé a cerrar mi bocaza?). Inmediatamente soy reprendida severamente por interrumpir y por faltarle el respeto a la profesora: Ella es la Sra. XX – me informa – y no tolerará que se le trate de otro modo. De paso, me comunica muy rápidamente, que no hay estudios que analicen la percepción de los apoderados sobre las reuniones.
Es curioso, observo que los apoderados se tutean entre sí. La relación con la profesora sin embargo es jerárquica y muy formal, como si estos fueran sus estudiantes. Pido disculpas por haberla ofendido al tratarla por su nombre de pila y sugiero que demos por superado el impasse. Se me informa secamente que ella dirá cuando la discusión esté zanjada.
Paciencia.

Finalmente continua el sermón y la queja, se nos informa que a los apoderados que no cumplan con la asistencia se les mandará a llamar desde inspectoría general. (Creo que me esperan largas horas interiorizándome de la decoración de la inspectoria).
En estos primeros cinco minutos he aprendido mi primera lección: Olvídate que alguna vez fuiste adulto¸ maduro y útil a la sociedad¸ si quieres ser apoderado acepta ser infantilizado por la institución escolar. Esto va a la par por una regla no escrita en las escuelas:
Hay que enseñarle a los padres, pues no saben ser buenos padres; esto es equivalente a convertirles en apoderados responsables y comprometidos (firmar agendas, asistir a TODO lo que se le ocurra al colegio, acusar recibo de circulares, atender el stand de la kermesse e inscribirse como tesorera, acto culmine de altruismo parental).

Sigue la reunión, se nos informa que la recuperación de clases tras el paro ha terminado exitosamente por parte de los docentes pero con casi un 50% de inasistencias por parte de los alumnos, quienes han sido muy irresponsables al no asistir los días sábados (igual que sus padres). Planteo, levantando la mano esta vez, que es importante
evaluar la experiencia y ver por que faltaron tantos estudiantes. Por la
información que yo tengo, los alumnos vieron muchos videos y varios docentes no asistieron esos días. Mi comentario es descartado de plano en tono ofendido: Yo no puedo opinar pues no estuve allí, se me dice con firmeza y se me recuerda que mi opinión se basa sólo en los comentarios de otros, (curiosamente, los otros son sus alumnos, snuestros hijos, su “estar” allí no se valida como argumento). Dado que mi condición de apoderada no basta, le digo que sí, que mi opinión puede ser subjetiva pero se sustenta en mi calidad de Dra (a) en Ciencias de la Educación y en años de experiencia en el tema, desde allí instalo mi preocupación. Rápidamente la docente me hace saber que es profesora de estado. Lo que me parece excelente y muy digno. Yo también soy profesora. Pero el tema no es ese, no son los grados ni los títulos, sino la invitación a
que podamos hablar como pares para analizar una situación importante que afectó al curso.

Gracias a Dios, recordé a tiempo la lección 1: Actúe como niñita buena. Rápidamente le pedí disculpas unas 10 veces en público por haber opinado, escuché cuan impertinente soy sin contestar y acepté las miradas indignadas de algunos padres que – más expertos que yo – sabían que esto alargaba la reunión al infinito.

El cuestionamiento de aspectos pedagógicos por las apoderadas es percibido por la institución escolar como una intromisión en el terreno profesional y por tanto, una amenaza. El dialogo y análisis profundo sobre las prácticas pedagógicas del liceo brilló por su ausencia. Tengo la impresión que, en muchas comunidades educativas, los docentes no están
acostumbrados a contrargumentar pedagógicamente más allá de las normas y
costumbres instaladas en ellas . Además, algunos de los docentes perciben los cuestionamientos críticos como amenazas a su dignidad profesional, y es lo que te hacen saber… muchas veces olvidando convenientemente de dar el contraargumento fundado respecto de lo que se ha criticado.
Esto me lleva, en diez minutos, a la segunda lección del día: Cierra la boca, muérdete la lengua hasta que sangre si es necesario, pero nunca critiques la educación ofrecida por tu colegio. Esta regla es la otra cara de una regla no escrita de algunos pocos profesores: Ante el cuestionamiento, no respondas, oféndete.
Reconozco que soy polvorita, y nada me irrita más que perder el tiempo, ya llevaba diez minutos y soñaba con arrancarme de allí. Pensé en mis hijos chicos que no había visto desde la mañana. Pensé en la exposición que debía realizar mañana, del mail que debía de enviar pronto. Pensé en mi cama calientita mientras tiritaba de frio y, sobre todo, pensé en un café –ojalá con malicia- que me permitiera resistir esta
reunión de apoderados hasta el final.
Habiendo aprendido que debo comportarme como apoderada/niña procedí a cerrar bien la boca. Temo que fue tarde: caí en la peor de las categorías existentes de un colegio, la apoderada conflictiva. Si caes en eso, ya no tienes salvación. [Algún día le dedicaremos una columna a ese tema]
Por el momento les contaré como intenté neutralizar los daños que mi bocaza había generado. Hice lo que todo alumno sabe desde tiempos inmemoriales: esconderse tras el pelo y evitar contacto visual con el profesor.
No hablé más y escuche la siguiente joya de eficiencia en la gestión educativa: “Desde la municipalidad nos enviaron esta encuesta, no sabemos para qué es, ni quienes la necesitan, ni cuál es su finalidad. Deben contestarla de inmediato para que la tabulemos mañana” (sic). Como obediente apoderada/niña contesté el instrumento. Perdimos 10 minutos leyendo en voz alta la encuesta que nadie sabía para qué era. Una mamá me susurra cómplice: soy profesora también y me cargan las reuniones de padres, son pura pérdida de tiempo.
Me quedó un sabor amargo.
Por un lado está la “orden” de “arriba” que “baja” por la cadena de mando hasta el último eslabón “el apoderado”; revela mucho de las condiciones en que trabajan los docentes y profesoras en los liceos municipales: tratados no como profesionales sino como obreros de la educación. Muchas veces deben aplicar cosas pensadas por otros y ni siquiera se les explica para qué. Son infantilizados en su trato con
la institución en una cultura laboral autoritaria. El comentario de esa madre profesora me lo confirma: ella “sufre” las reuniones como organizadora y como asistente. Sin embargo, se siguen llevando a cabo con lógicas similares en muchos colegios de Chile.
Eso me lleva a la tercera lección, y una que me duele profundamente, son muchos los profesores que reproducen la
violencia del sistema escolar de la que ellos también son víctimas, lo hacen con las personas a su cargo, alumnos y apoderados. Los profesores han sido lentamente proletarizados y despojados de su lugar como profesionales autónomos al interior de la institución escolar. Ellos también son víctimas de un sistema autoritario, burocrático y jerárquico, obsoleto que les infantiliza y les calla, señalando como molesta y conflictiva a aquella profesora que es crítica y busca generar cambio; premiando aquellos dedicados a reproducir la estructura obediente y acríticamente.
Llevamos mucho rato. La silla de palo es dura e incómoda. Ya no hay mucho que mirar de la nuca de quien se sienta enfrente. Las lecciones anteriores me hacen callar y actuar como niña dócil. La docente finalmente me da pena. He comprendido que reproduce con nosotros la violencia de la que ella es víctima.
Pero viene algo que se lee interesante: Orientación. ¡Al fin hablaremos del grupo curso! Se nos explica que nuestros jóvenes enfrentan en tercero medio decisiones de tipo vocacional.
Se nos da un documento al respecto que podremos leer en la casa. Se habla mucho de la importancia de que el curso no sea desordenado. Trato de entender que significa ordenado, logro desentrañar que el orden es algo muy relevante para esta institución: las agresiones, faltas de respetos, problemas afectivos e interpersonales, clima de aula se significan desde el “orden” o “desorden”.
Es interesante esto del desorden pues son problema en tanto afectan el
rendimiento de los estudiantes, no por una preocupación por su efecto en los jóvenes ni como un problema de formación ética o ciudadana. Curioso es esto, pues el orden aparece como el valor máximo expresado durante toda la reunión, el orden permite mantener el statu quo, seguir reproduciendo las prácticas sin temor a críticas. El orden es el discurso de los sistemas totalitarios para mantenerse en el poder y asegurar el control de los ciudadanos.
Algunos padres, con estrategias discursivas bastante hábiles, plantean algunos problemas formativos y pedagógicos (Nota para mí: tomar curso con ellos, son los reyes de la comunicación eficaz en escuelas autoritarias), lo hace delicadamente, con mucho rodeo y con cuidado de que la profesora no se ofenda. No logran más de dos o tres minutos de conversación respecto al tema.
Es la hora de la directiva, rápidamente la discusión se torna en un asunto de cuotas, deudas impagas, cobros de rifas, turnos de stands. Nuevamente la queja/sermón culpabilizando a quienes no participan de malos padres, no comprometidos con sus hijos. Vienen algunos comentarios sobre el viaje de estudio, más discusión de platas. Los mismos papás anteriores plantean con cuidado y magistralmente, la necesidad de convertir la experiencia del viaje en algo formativo. La mitad de la reunión se fue en esta discusión.
La única discusión sobre pedagogía que llegó a un buen puerto fue la de estos dos padres, que aprendieron el oficio de apoderado, y saben hablar con el suficiente tono de humildad no amenazante tan útil para ser escuchados en el liceo. Nadie más, ni los 33 apoderados que estábamos presentes ni la profesora, fuimos capaces de discutir sobre la educación y formación de los estudiantes de los que somos responsables.
Eso me lleva a la última lección que aprendí hoy: Si te piden participar, arranca. La participación de apoderados en la escuela suele arrinconarse estratégicamente por parte de la institución escolar, en decisiones menores: rifas, bingos, juntar fondos y organizar paseos. La regla no escrita en un liceo respecto de la participación de apoderados es: Qué junten plata y vengan a nuestras reuniones, más que eso estorban. Es una ilusión de participación que permite a la escuela mantener a los apoderados lo más lejos posible de la discusión crítica, productiva y democrática sobre los fines de la educación y las estrategias que la escuela utiliza para lograrlo. Me recuerda a mi hijo chico: en días fríos lo hago elegir entre su chaleco azul o el rojo. El queda feliz por que escogió el color, cuando finalmente la que se salió con la suya fui yo, pues el niño se pone chaleco. Lo triste es que no hemos hablado de chalecos, ni guaguas. Sino de adultos responsables de la educación de sus niños y niñas, victimas de infantilización y autoritarismo por parte de sus liceos y escuelas.
Yo, tras dos horas saqué una foto bastante interesante de la cultura escolar de ese liceo en particular. ¿Cómo es el suyo?, ¿Qué lecciones ha aprendido Ud. como apoderado?, ¿Esta experiencia particular que viví hoy tiene capacidad de explicar lo que ocurre en otros establecimientos? ¿Qué ocurre con los colegios pagados, subvencionados o religiosos, rurales o urbanos?

Por Andrea Precht Gandarillas

Mae Jemison: on teaching arts and sciences together

domingo, 27 de septiembre de 2009

Mae Jemison es una astronauta, doctora, coleccionista de arte, bailarina... Contando historias de su propia educación y de su estadía en el espacio, ella pide a los educadores enseñar tanto las artes como las ciencias, ambas intuición y lógica, como una -- para crear grandes pensadores.

PARENTS MEETING

viernes, 25 de septiembre de 2009

We have probably all at some time sat in a meeting, attended a presentation or taken part in a workshop and wished we were elsewhere! For busy parents, there is little worse than the feeling that you are wasting your time. However, with careful preparation, group communication can work very well and parents can get the right messages in the right ways.
Purpose and outcome
Before you hold any meeting with your parents you need to consider why you want to have it. Think about what purpose it will serve and what will be the most effective method of achieving your goals. Good group communication must have a clear purpose. This may be to:
•give information – for example, about dealing with headlice
•consult – perhaps about the services parents would like to be able to access through the setting
•generate ideas – for example, for fundraising activities
•gather information – such as feedback about how the setting might improve its induction and transition procedures
•educate – perhaps about the importance of play.
Intended outcomes must be carefully thought through to ensure the most effective organisational model is chosen. For example, will a ‘hands-on’ workshop get your message across better than a formal presentation? Do you need all of the parents present, or does the message only affect some groups? Would it be best to meet during the session or would it be more appropriate to an evening meeting.
Meetings
Well planned meetings can be a very effective way of achieving two-way communication. At best, they can provide fantastic opportunities to consult, gather information and generate ideas. At worst, however, they can leave parents feeling confused, resentful and none the wiser!
Even if your meetings are fairly informal, they should still be well planned to ensure they achieve their intended outcomes. It is important to:
•be clear about the target audience so that material is appropriate and no one is asked to give up their time unnecessarily
prepare an outline of what will be covered in the time available
•choose a sensible time for the meeting – the end of a session may often be more convenient than an evening
•provide a comfortable venue, with refreshments and consider offering crèche facilities
•give adequate notice, and keep to your published start and finish times
•avoid jargon
•the person who is managing the meeting should make sure that everyone has chance to contribute
•issue a simple evaluation proforma so you can see what went well or what could be improved
•any action or feedback resulting from the meeting should be communicated to stakeholders as appropriate.
Presentations
Presentations are an excellent way of getting information across. Again, careful thought needs to be given to
•objectives (why)
•audience (who)
•content (what)
•timing (when)
•environment (where).
The most successful presentations appeal to all learning styles, and parents, like children, will take in information in different ways.
To ensure that participants are able to process information effectively try to include:
•pictures, graphs or film for visual learners
•speech, question and answer opportunities for auditory learners
•handouts and resource samples for kinaesthetic learners.
It is also useful, as a colleague once advised me, to: ‘Tell them what you are going to tell them (brief outline of session), then tell them (give the presentation) and finally tell them what you have told them (sum up)’ as a way of ensuring your message is understood and remembered!
Giving a presentation can be a nerve-wracking experience – even for seasoned professionals! To help counter this, think the session through carefully – and even rehearse. Collect resources in advance, check equipment to make sure that your projector or PowerPoint display is working, and don’t forget to check that it can be seen from all the seats you have set out. Think about where you will stand so that you don't obscure the view and have a back-up plan in case of technological difficulties.
Other tips include:
•speak clearly – ensure you can be heard and your resources can be seen by all
•maintain good posture, confident body language and try to make eye contact with a few friendly faces
•be enthusiastic and build in appropriate humour
•include anecdotes to bring information alive
•provide support materials
•keep it simple and concentrate on the message rather than yourself
•try to relax and don’t forget to breathe!
Afterwards, don’t forget to thank everyone for attending and let them know how to get further advice or information. Remember to ask for evaluative feedback.
Above all, be open, friendly and show you value the interest of your parents.
Carole Farrar

PARENTAL INVOLVEMENT

Making the Time to Make a Difference
PSPN (Public School Parent's Network)
In a day and time where we all are for the most part simply trying to survive, as parents many of us have neglected the most valuable asset we have to contribute to the future. Our children.
Juggling our jobs and our family lives seems like an impossible task at times. More often than not our participation in events and issues that directly affect our children are the events and issues that we give the lowest priority. We sit back and look at the system, we complain and we talk about how ridiculous it all is, yet we can't seem to find the time to get involved. PTA and School Board Meetings go unattended. Parent Teacher Conferences are attended if there's a problem, and our children's pleas for help and support are viewed with skepticism rather than intervention. Our children desperately need us to take a stand.
Is Parental Apathy the Root of the Problem?
Probably to a large extent the answer to that question is yes. As a society we should be appalled when parents aren't active participants in their child's education. The possibilities of an improved educational system through active and vocal parental involvement are limitless. Consider these thoughts. Would bullies be quite so troublesome if their parents were aware and involved? Would standardized test scores be so low for our public schools if parent's were more tuned in to their children's academic performances? Would federal funding be in jeopardy for any schools in any district if as parents we raised our levels of expectation in terms of our children's academic achievement? Could checking your child's homework each night make that much of a difference? Absolutely!
To say that meeting all our responsibilities as parents is difficult would be the understatement of the millennium. At times it feels like the perfect mix and balance is an impossible dream and it may well be. What we have to remember however is that we really don't have a choice. Without change, ...the world we're creating by our lack of involvement is a frightening prospect.
What Parents Can Do to Make a Difference
Get involved. Let's exercise our own peer pressure as adults on other parents. If your job interferes with the level of your participation, get involved where you can. Lend your expertise to your PTA's and School Administrators. Organize neighborhood groups to help your schools clean up their campuses. Donate and volunteer whatever you can, whenever you can. Pay attention to what your child tells you about their experiences at school. Report questionable circumstances to your principals. Intervene often and early when you're made aware of situations that may have negative outcomes. As parents we have to become proactive rather than reactive. Every effort makes a difference and together we can make a change.

Irlanda

Dormir en castillos y ver la increible cantidad de verdes que existen en Irlanda, es un recuerdo imborrable.

10 CANCIONES VIÑA 2010

domingo, 20 de septiembre de 2009

















meningite meningocócica

viernes, 18 de septiembre de 2009

18/11/2009

BA registra 45ª morte por meningite meningocócica


A Secretaria Estadual da Bahia confirmou hoje a morte de mais uma pessoa causada pela forma mais grave da meningite. De acordo com a pasta, um menino de 12 anos não resistiu à meningite meningocócica e faleceu na segunda-feira em Salvador. Morador de Camaçari, o garoto estava internado há cerca de uma semana e havia sido transferido do hospital da cidade para o Couto Maia, na capital baiana, na tarde de sua morte. Neste ano, já foram registradas até hoje 45 mortes pela doença no Estado.

Em toda a Bahia, foram confirmados 1.115 casos de meningite de todos os tipos, com 118 mortes. Do total de casos, 157 eram de meningite meningocócica. Segundo a secretaria, uma outra morte foi registrada na semana passada. Uma menina faleceu em Juazeiro, na terça-feira. Ela estava com dor de cabeça havia dez dias e foi levada para um hospital de Petrolina e depois, para Juazeiro.

Petrobras investe mais US$ 215 mi em refinaria no RN

A Petrobras anunciou a ampliação da Refinaria Potiguar Clara Camarão, no Rio Grande do Norte, com investimentos de US$ 215 milhões. Com as obras a serem executadas, a refinaria, que já produz gás liquefeito de petróleo (GLP), diesel e querosene de aviação (QAV), vai produzir, a partir de 2010, gasolina e nafta petroquímica. A empresa assinará um termo de compromisso amanhã com o governo do Estado do Rio Grande do Norte para dar início às obras de infraestrutura, com a presença do presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

No total, de acordo com dados da Petrobras, a estatal já investiu na refinaria desde sua implantação, localizada no Polo Industrial de Guamaré, cerca de US$ 1,65 bilhão. A Refinaria Potiguar Clara Camarão (RPCC) processa atualmente petróleo produzido nos campos de terra e mar do Rio Grande do Norte e, como todas as refinarias da Petrobras, também pode processar petróleo do pré-sal. A capacidade de processamento atual é de 30 mil barris de petróleo por dia. Com as novas obras de infraestrutura e ampliação, a RPCC produzirá 4,5 mil barris diários de gasolina, o que tornará o Estado autossuficiente em relação a este produto.

Após as obras de ampliação, a refinaria Clara Camarão contará com um novo quadro de boias com capacidade para atracar navios de 50 mil toneladas, além da unidade de produção de gasolina automotiva. Assim, o Rio Grande do Norte terá uma refinaria moderna, que produzirá mensalmente após a sua conclusão, 21 mil m³ de gasolina, 45 mil m³ de diesel, 7.500 m³ de QAV, 11.700 m³ de GLP e 3 mil m³ de nafta petroquímica.

A refinaria é uma das cinco unidades de refino projetadas pela Petrobras para elevar sua capacidade de refino em 1,2 milhão de barris diários até 2015. Atualmente, a capacidade de refino da companhia no Brasil é de 1,9 milhão de barris por dia, volume superior à demanda nacional de derivados, atualmente em torno de 1,8 milhão de barris por dia. Com isso, de acordo com informações da Petrobras, a empresa terá capacidade excedente de derivados, principalmente óleo diesel de alta qualidade, para exportação.

Barack Obama at Wakefield

Discurso de inaguración del año escolar 2009 (activar la traducción automática)

PRESIDENTE BARACK OBAMA A LOS ESTUDIANTES DE NORTEAMERICA

miércoles, 16 de septiembre de 2009

DISCURSO DEL PRESIDENTE BARACK OBAMA A LOS ESTUDIANTES DE NORTEAMERICA
8 Septiembre de 2009
Wakefield High School
Arlington, Virginia
Estoy aquí con estudiantes en Wakefield High School in Arlington, Virginia. Y tenemos estudiantes sintonizados a través de todo Estados Unidos, desde kindergarten hasta 4º Medio. Y estoy tan contento que todos nos puedan acompañar hoy día. Y le quiero agradecer a Wakefield por ser un anfitrión tan sobresaliente.
Se que para muchos de ustedes, hoy es el primer día de clases. Y para aquellos de ustedes en kindergarten, o que están empezando la media, es su primer día en un nuevo colegio, así es que es entendible si están un poco nerviosos. Yo imagino que hay algunos de 4º medio que se están sintiendo muy bien en este momento con sólo un año más por delante. Y no importa en cual curso estén algunos de ustedes probablemente estarán deseando que aún estuviéramos en verano y que hubieran podido haberse quedado en cama un rato más esta mañana.
Conozco ese sentimiento. Cuando era joven mi familia vivía fuera del país. Yo viví en Indonesia por algunos años. Y mi madre, no tenía el dinero para mandarme donde todos los niños norteamericanos iban a estudiar, pero ella pensaba que era importante para mí mantener una educación norteamericana. Así es que ella se dedicó a darme lecciones extra, de Lunes a Viernes. Pero como ella tenía que ir a trabajar, el único horario que le era posible hacerlo era a las 4:30 de la mañana.
Ahora, como podrán imaginar, Yo no estaba muy contento de tener que levantarme tan temprano. Y muchas veces, me quedaba dormido allí mismo sobre la mesa de la cocina. Pero cada vez que me quejaba, mi madre me daba una de esas miradas y me decía “Esto tampoco es un picnic para mí, amigo”.
Así es que sé que algunos de ustedes se están ajustando aún a esta vuelta a clases. Pero estoy aquí hoy día porque tengo algo importante que discutir con ustedes. Estoy aquí porque quiero hablar con ustedes sobre su educación y que es lo que se espera de todos ustedes en este nuevo año escolar.
Bien, he dado muchos discursos sobre educación. Y he hablado mucho sobre responsabilidad.
He hablado sobre la responsabilidad de los profesores a inspirar a los estudiantes y empujarlos a ustedes a aprender.
He hablado de la responsabilidad de sus padres de asegurarse que se mantengan asistiendo, que ustedes hagan sus tareas, y que no gasten cada hora despiertos frente a la Tele o con video juegos.
He hablado mucho sobre la responsabilidad gubernamental de establecer altos estándares, y apoyar a los profesores y directores, y hacer cambios totales en las escuelas que no están funcionando, donde los estudiantes no están recibiendo la oportunidad que ellos se merecen.
Pero al final del día, podemos tener los profesores más dedicados, los padres más apoyadores, las mejores escuelas del mundo, y nada de ello hará la diferencia, nada de ello importará a menos que todos ustedes completen sus obligaciones, a menos que ustedes asistan a esos colegios, a menos que presten atención a esos profesores, a menos que escuchen a sus padres y abuelos y otros adultos y se pongan a hacer el trabajo duro que se requiere para triunfar. Esto es en lo que me quiero focalizar hoy día: la responsabilidad que cada uno de ustedes tiene por su educación.
Quiero comenzar con la responsabilidad que ustedes tienen consigo mismo. Cada uno de ustedes tiene algo en lo que son buenos. Cada uno de ustedes tiene algo que ofrecer. Y ustedes tienen la responsabilidad de descubrir que es aquello. Esta es la oportunidad que la educación puede proveer.
Quizás tú podrías ser un gran escritor—quizás suficientemente bueno para escribir un libro o artículos en un diario—pero no lo sabrás hasta que escribas esos resúmenes de lenguaje—esos resúmenes que te fueron pedidos en la clase de lenguaje. Quizás puedas ser innovador o un inventor—quizás tan bueno como para crear el próximo iPhone o la nueva medicina o vacuna—pero no podrás saberlo hasta que hagas tu proyecto para tu clase de ciencias. Quizás puedas ser un Alcalde o un Senador o un juez de la Corte Suprema—pero no lo podrás saber hasta que te unas a los estudiantes de gobierno o el equipo de debate.
Y no importa lo que quieras hacer con tu vida, Yo te garantizo que tú necesitaras una educación para hacerlo. ¿Quieres ser un doctor, o un profesor o un oficial de policía? ¿quieres ser una enfermera, o un arquitecto, un abogado o un miembro del ejercito? . Vas a necesitar una buena educación para cada una de esas carreras. No puedes saltarte el colegio y caer en un buen trabajo. Tú debes entrenarte para eso, trabajar para eso y aprender para eso.
Y esto no es importante solamente por tu propia vida y tu propio futuro. Lo que tú hagas con tu educación va a decidir nada menos que el futuro de este país. El futuro de Norteamerica depende de tí. Lo que tú estas aprendiendo en el colegio hoy día va a determinar si es que nosotros como nación cumpliremos nuestros grandes desafíos en el futuro.
Tú necesitaras el conocimiento y las habilidades para resolver problemas que aprendiste en ciencias y matemáticas para curar enfermedades como el cáncer o el Sida, y par desarrollar nuevas tecnologías energéticas y proteger nuestro medio ambiente.
Tú necesitaras las habilidades de introspección y pensamiento crítico que obtuviste en historia y ciencias sociales para combatir la pobreza y falta de viviendas, crimen y discriminación, y hacer nuestra nación mas justa y mas libre. Tú necesitaras la creatividad e ingenuidad que desarrollaste en todas tus clases para construir nuevas compañías que crearán nuevos trabajos y desarrollaran nuestra economía. Nosotros necesitamos a cada uno de ustedes para desarrollar sus talentos, sus habilidades y sus intelectos de modo que ustedes puedan ayudar a los viejitos a resolver nuestros problemas más difíciles. Si ustedes no lo hacen—si abandonan el colegio—ustedes no estarán solo abandonándose a si mismos, estarán abandonando a su país.
Ahora, sé que no siempre es fácil hacerlo bien en el colegio. Yo sé que muchos de ustedes tienen desafíos en sus vidas en estos momentos que hacen difícil enfocarse en su trabajo escolar.
Lo tengo claro. Yo sé que es eso. Mi padre dejó a mi familia cuando yo tenía 2 años, y fui criado por una mama sola que tuvo que trabajar y que luchó a veces para pagar las cuentas y no siempre estuvo posibilitada de darnos lo que otros niños tenían. Hubo veces que eché de menos tener un padre en mi vida. Hubo veces en las que estuve solitario y sentía que Yo no calzaba.
Así es que no estaba siempre enfocado como debía haber estado en el colegio, he hice algunas cosas de las que no estoy orgulloso, y me metí en mas problemas que los que debía. Y mi vida pudo fácilmente haber girado hacia lo peor. Pero fui—Yo fui afortunado. Tuve muchas segundas oportunidades, y tuve la oportunidad de ir a la universidad a la escuela de leyes y seguir mis sueños.
Mi esposa, nuestra Primera Dama Michelle Obama, tiene una historia similar. Ninguno de sus padres fue a la universidad, y no tenían mucho dinero. Pero ellos trabajaron duro, de modo que ella pudiera ir a las mejores escuelas en este país.
Algunos de ustedes pudieran no tener estas ventajas. Quizás no tienen adultos en su vida que les den el soporte que requieren. Quizás alguien en su familia ha perdido el trabajo y no hay suficiente dinero para salir adelante. Quizás tu vivas en un vecindario donde no te sientes seguro, o tienes amigos que te están presionando a hacer cosas que tú sabes que no son correctas.
Pero al final del día, las circunstancias de tu vida—lo que pareces, de donde vienes, cuanta plata tienes, lo que has recibido quedándote en casa—nada de eso es una excusa para dejar de hacer tus tareas o tener una mala actitud en el colegio. Esa no es una excusa para contestarle a los profesores, o capear clases, o quedarse fuera del colegio. No hay una excusa para no tratar.
Donde tú estés en este momento no tiene que determinar donde terminarás al final. Nadie esta escribiendo tu destino por ti, porque aquí en Norteamérica, tu escribes tu propio destino. Tú haces tu propio futuro.
Eso es lo que jóvenes como ustedes están haciendo cada día, a través de toda Norteamérica.
Gente joven como Jazmin Perez, de Roma, Texas. Jazmin no hablaba inglés cuando empezó el colegio. Ninguno de sus padres fue a la universidad. Pero ella trabajó duro, obtuvo buenas calificaciones y se ganó una beca a la Universidad Brown – esta ahora en una escuela de graduados, estudiando salud pública, en su camino a convertirse en la Dra. Jazmin Perez.
Estoy pensando en Andoni Schultz, de Los Altos, California, quien lucho un cáncer cerebral desde que tenía 3 años. El tuvo que pasar por todo tipo de tratamientos y cirugías, uno de los cuales le afectó su memoria, así es que le tomó mucho más tiempo—cientos de horas adicionales—para hacer su trabajo escolar. Pero el nunca se quedó atrás. El se está apuntando a la Universidad este otoño.
Y allí está Shantell Steve, de mi ciudad natal de Chicago, Illinois. Aún cuando fue dando botes de casa de adopción en casa de adopción en los barrios más bravos en la ciudad, ella se las arregló para obtener un trabajo en un centro de salud local, empezó un programa para mantener a jóvenes fuera de las pandillas, y ella está en camino a graduarse de secundaria con honores e ira a la universidad.
Y Jazmin, Andoni, y Shantell no son nada diferentes a cualquiera de ustedes. Ellos enfrentaron desafíos en sus vidas como lo hacen ustedes. Pero ellos rehusaron a rendirse.
Ellos eligieron tomar la responsabilidad de sus vidas, por su educación, y se fijaron metas para ellos mismos. Y yo espero que todos ustedes hagan lo mismo.
Eso es porque yo estoy haciendo un llamado a cada uno de ustedes a establecer sus propias metas para su educación—y para hacer todo lo que puedan para alcanzarlas. Tus metas pueden ser algo tan simple como hacer todas tus tareas, prestar atención en clases, ocupar unos momentos diariamente leyendo un libro.
Quizás decidirás involucrarte en una actividad extracurricular, o voluntariado en tu comunidad. Quizás decidirás apoyar a aquellos niños que son victimas de molestias y bulling por lo que son o por lo que parecen, porque tú piensas, al igual que yo, que todos los jóvenes merecen un ambiente seguro para estudiar y aprender. Quizás decidirás cuidarte mejor y así estarás más preparado para aprender. Y hablando del tema, a propósito, yo espero que todos ustedes se laven mucho las manos, y que se queden en casa después del colegio cuando no se sientan bien, y así podamos evitar que la gente adquiera influenza este otoño o invierno.
Pero cualquier cosa que decidas hacer, yo quiero que te comprometas con ello. Yo quiero que realmente trabajes en ello.
Yo sé que a veces tú recibes de la TV la sensación que tú puedes ser exitoso y rico sin nada de trabajo duro—que tu boleto al éxito es a través del rap o del basketball o ser una estrella de reality. Las posibilidades son que tú no seas ninguna de esas cosas.
La verdad es, que ser exitoso es difícil. Tú no disfrutarás cada materia que estudies. No engancharás con cada profesor que tengas. No todas tus tareas parecerán completamente relevantes para tu vida en este minuto. Y tú no serás necesariamente exitoso al primer intento que hagas.
Eso está bien. Algunas de las personas más exitosas en el mundo son aquellas que tuvieron más fracasos. J.K. Rowling's – quien escribió Harry Potter – su primer libro Harry Potter fue rechazado 12 veces antes de que fuera publicado finalmente. Michael Jordan fue cortado del equipo de basketball de su secundaria. Él perdió cientos de juegos y falló miles de tiros durante su carrera. Pero el dijo una vez, “he fallado una y otra y otra vez en mi vida. Y es por eso que fui exitoso”.
Esta gente fue exitosa porque entendieron que tú no puedes dejar que tus fracasos te definan—tienes que hacer que tus errores te enseñen. Tienes que dejar que te muestren que es lo que tienes que hacer diferente la próxima vez. Así es que si te metes en problemas, eso no significa que seas problemático, esto significa que debes tratar más arduamente para actuar bien. Si obtienes una mala nota, no significa que seas estúpido, sólo significa que debes pasar más tiempo estudiando.
Nadie nace siendo bueno en todas las cosas. Tu llegas a ser bueno en temas a través de trabajo duro. No eres un atleta destacado la primera vez que juegas un nuevo deporte. No le apuntas a cada nota la primera vez que cantas una canción. Tú deberás haber practicado. Los mismos principios se aplican a tu trabajo escolar. Puede que debas hacer un problema de matemáticas algunas veces antes de que puedas hacerlo bien. Puede que debas leer algo algunas veces antes de que puedas entenderlo. Tu definitivamente tendrás que hacer algunos borradores de un resumen antes que este suficientemente bueno para entregarlo.
No temas hacer preguntas. No temas de pedir ayuda cuando lo requieras. Yo lo hago cada día. Pedir ayuda no es un signo de debilidad, es un signo de fortaleza porque muestra que tienes el coraje de admitir cuando tú no sabes algo, y eso entonces te permite aprender algo nuevo. Así es que encuentra un adulto en quien confíes—un padre, un abuelo o un profesor, un entrenador o un consejero—y pídeles a ellos que te ayuden a mantenerte en el carril para alcanzar tus metas.
Y aún cuando estés luchando aunque estés desalentado, y sientas que las personas te han abandonado, nunca te abandones a ti mismo, porque cuando te abandonas a ti mismo, estas abandonando a tú país. La historia de Norteamérica no es sobre persona que renunciaron cuando las cosas se pusieron difíciles. Es sobre personas que siguieron tratando, las que trataron con más ganas, fueron quienes amaron tanto a su país para hacer para no dar menos que lo mejor de ellos. Esta es la historia de estudiantes que estuvieron sentados donde ustedes están hace 250 años, y fueron a hacerse cargo de una revolución y fundaron esta nación. Jóvenes. Estudiantes que se sentaron donde ustedes están 75 años atrás se sobrepusieron a la Gran Depresión y ganaron una Guerra mundial; ellos lucharon por los derechos civiles y pusieron el hombre en la luna. Estudiantes que estuvieron sentados donde ustedes están hace 20 años fundaron Google y Twitter y Facebook y cambiaron la forma en que nos comunicamos entre nosotros.
Así es que hoy día, les quiero preguntar a todos ustedes, ¿cuál será tu contribución? ¿qué problemas vas tú a resolver? ¿qué descubrimientos harás? ¿Qué dirá el presidente que venga acá en 20 o 50 0 100 años sobre lo que ustedes hicieron por este país?
Ahora bien, sus familias, sus profesores y Yo estamos haciendo todo lo que podemos para asegurarnos que obtengan la educación que necesitan para responder estas preguntas. Yo estoy trabajando arduamente para arreglar sus salas de clases y obtener para ustedes los libros, equipamiento y computadores que ustedes necesitan para aprender. Pero ustedes tienen que hacer su parte también. Así es que yo espero que todos ustedes sean serios este año. Yo espero que ustedes pongan su mayor esfuerzo en cada cosa que hagan. Yo espero grandes cosas de cada uno de ustedes. Así es que no nos abandonen. No abandonen a su familia o su país. Más que nada no se abandonen a ustedes mismos. Hágannos sentir orgullosos.
Muchas gracias a todos, Dios los bendiga: Dios bendiga a Norteamérica.
Fin
Traducción Julio Vogel

La disciplina escolar ayuda a crear un clima ordenado y seguro para el aprendizaje

lunes, 7 de septiembre de 2009

José Joaquín Brunner acaba de publicar en El Mercurio -y en su blog, por cierto- un interesante artículo sobre el tema de la disciplina escolar. Concuerdo con sus palabras porque he visto cómo se ha relajado la disciplina en los colegios, producto de algunas razones a las que me referiré luego de presentar el texto publicado por mi amigo José Joaquín, aunque para facilitar mis comentarios posteriores, voy a numerar los párrafos:
1. El sistema educacional chileno confunde disciplina con autoritarismo, lo que termina por inhibir el ejercicio legítimo de la autoridad.
2. Las reiteradas y ambiguas declaraciones de los principales dirigentes del gremio de profesores para justificar conductas agresivas de algunos estudiantes -en sus escuelas, las calles de la ciudad o en encuentros con autoridades educaciones- obligan a reflexionar sobre un tópico que suele incomodar; cual es, el de la disciplina escolar.

3. Es un hecho, sin embargo, que decenas de cuidadosos estudios sobre escuelas efectivas -es decir, aquellas en que los alumnos aprenden al máximo de sus posibilidades- muestran que uno de los factores explicativos de su efectividad es la existencia de un clima escolar positivo. Esto es, dichas escuelas crean un entorno ordenado y seguro para la convivencia y el desarrollo de las actividades docentes y de aprendizaje. De hecho, según reflejan las encuestas, los padres valoran altamente la disciplina escolar al momento de elegir un colegio para sus hijos. Es normal que así sea. En efecto, un establecimiento donde su director y profesores se ven continuamente sobrepasados por los alumnos, donde las normas de convivencia fallan y prevalece una atmósfera irregular, impredecible, no genera las condiciones para enseñar y aprender.
4. Al contrario, para cumplir sus cometidos, la sala de clase y la escuela necesitan proveer a los alumnos de una estructura funcional, con una definida división del trabajo y claras líneas de autoridad; rutinas y secuencias bien organizadas; un código de conductas preferidas, permitidas y prohibidas; derechos y deberes formalmente estatuidos y respetados en la práctica; en fin, un orden moral que promueva la autodisciplina y sancione las conductas disruptivas.
5. Como consecuencia, la escuela debe disponer de un conjunto de reglas y procedimientos -aceptados por todos los miembros de la comunidad escolar como parte de su proyecto educativo- para hacer frente a las conductas contrarias a la convivencia, como la agresión a los profesores, el hurto entre compañeros, el uso de lenguaje obsceno, el acoso verbal o físico, la destrucción de bienes físicos del establecimiento, la inasistencia a clases o su interrupción por comportamientos perturbadores, etc.
6. Ante esta realidad, suelen manifestarse dos posiciones de signo opuesto, ambas nocivas para la creación de un clima escolar positivo. Por un lado, aquella que identifica el orden moral de la escuela con el ejercicio de una “mano dura” y la imposición de sanciones. Por el otro, aquella que equipara la convivencia reglada y sujeta a una jerarquía de roles con prácticas autoritarias y contrarias a la libertad de los alumnos. La primera conduce a un orden rígido, asfixiante, donde prevalece el conformismo. La segunda, a una ausencia de estructura y normas, donde “todo vale”. En ambas situaciones se crea un entorno escolar adverso para el aprendizaje y la formación de personas autónomas y responsables.
7. En nuestro sistema educacional, el riesgo mayor proviene hoy de la segunda posición; aquella que al confundir disciplina con autoritarismo, e inhibirse del ejercicio legítimo de la autoridad, renuncia a crear el clima escolar adecuado para el aprendizaje. En estas circunstancias, los profesores socavan su rol profesional y los estudiantes son perjudicados.

El interesante artículo publicado por Brunner entrega varias luces sobre lo que pasa con la disciplina en nuestros colegios y ello, por cierto, incide en la violencia escolar de la que tanto hemos hablado en estas páginas.
Vamos por parte:
1. En efecto, el uso legítimo de la autoridad está inhibido en muchos colegios y ello es porque se han ido sistemáticamente dando señales de que la autoridad escolar debe consensuar con los alumnos algunas normas básicas, lo que de por sí no está mal, pero cuando estos últimos solo buscan hacer valer sus derechos, olvidando sus deberes y la autoridad no se atreve a hacer uso de sus atribuciones, por ser políticamente incorrecto, estamos en un lío del que cuesta salir.
2. Los referentes del Colegio de Profesores, lamentablemente personas que no buscan levantar el nivel profesional de la profesión docente. Hoy los profesores colegiados son cada vez menos y, de entre ellos, quienes están de acuerdo con los dirigentes son muy pocos. Todos hemos visto como se comportan más como sindicato que como colegio profesional y como defienden privilegios que claramente le hacen daño a la educación, como el Estatuto Docente, clave de varios de los problemas de calidad que nos afectan. La negativa a evaluarse es, simplemente, una sinvergüenzura sin nombre.
3. Plenamente de acuerdo con este punto, así lo demustran, además, los sistemas educativos eficientes a nivel mundial, como Finlandia, Corea o Japón, por ejemplo. Quienes consideramos importantes las enseñanzas espirituales de desarrollo personal, la disciplina, severa y permanente, es la única vía para perfeccionarse.
4. No puede haber ninguna estructura funcional sin autoridad ni disciplina. Al respecto, en todo caso, creo firmemente que la autoridad de un docente emana de su calidad profesional y de su trabajo en aula, pero la disciplina, el esfuerzo constante, la templanza del espíritu, en definitiva, son la única receta para el éxito en cuanlquier disciplina.
5. Todos los colegios tienen un Reglamento de Convivencia Escolar (de hecho, ya no se les puede llamar reglamento de disciplina, como antaño, porque hasta la palabra “disciplina” resulta incómoda), pero doy testimonio que los padres, al inscribir un alumno, no lo leen y, por cierto, los alumnos pueden pasar años sin conocerlo a cabalidad, aunque esté íntegro en la libreta de comunicaciones.
6. En efecto, ambas visiones nocivas son parte de la incomprensión de la compleja realidad del mundo moderno. El docente debe adquirir su autoridad antes sus alumnos en la medida en es capaz de demostrar que tiene herramientas para dirigir una clase, ahora que el conocimiento está por todas partes. Aquellos docentes que no planifican, que no incentivan y que siguen usando metodologías arcaicas, por cierto, carecen de autoridad y la carencia de ella es fatal en el proceso de enseñanza aprendizaje.
7. No pueden los docentes renunciar a la autoridad que deben tener para encauzar a sus alumnos, pero no pueden tampoco pretender que sin un esfuerzo propio por mejorar sus prácticas docentes y estar a la altura de una educación moderna, sus alumnos les concederán con benevolencia 90 minutos de silencio y atención. El docente debe ser un líder en su clase y en ello va, por cierto, también involucrada la calidad de la educación que entrega.
Finalmente, quiero recordar una vieja máxima que aprendí de una de mis maestras espirituales: Viola van de Wyngard, quien solía decir: “firmeza, pero sin dureza” y eso es lo que intento hacer en mis clases.
Es un tema sobre el que habrá que volver.


Enviado por Benedicto González Vargas

Mexico. Juan Diego Cuauhtlatoatzin

domingo, 6 de septiembre de 2009

Uno de los paises maravillosos que he conocido,es México.
No hay rincón donde uno no disfrute con su gente ,colorido y cultura.
Entre muchas cosas, ver el manto sagrado en la Basílica de Guadalupe ya es impactante,pero escuchar la historia detrás de ese manto, no hace otra cosa que corroborar la riqueza de la historia y folklor mexicano.

El Beato Juan Diego Cuauhtlatoatzin (que significa: Águila que habla o El que habla como águila) es conocido por el Acontecimiento Guadalupano, que consiste en las Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, que tuvieron lugar en el año de 1531, y en donde, Juan Diego fue uno de los protagonistas centrales.

Juan Diego nace en torno al año 1474, en Cuauhtitlán, que pertenecía al reino de Texcoco; y su muerte tuvo lugar en 1548, poco después de otro importante protagonista de ese Acontecimiento, el arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga.

Juan Diego es llamado embajador-mensajero de Santa María de Guadalupe. Fue beatificado en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe de la ciudad de México el 6 de mayo de 1990 por el Papa Juan Pablo II, durante su segundo viaje apostólico a México.

Desde el siglo XVI, existen documentos en donde se sabe de la vida y fama de santidad de Juan Diego, uno de los más importantes fue, sin lugar a dudas, las llamadas Informaciones Jurídicas de 1666, importante Proceso Canónico, aprobado después por la Santa Sede y constituido como Proceso Apostólico, cuando se pidió la aprobación para celebrar la Fiesta de la Virgen de Guadalupe los días 12 de Diciembre. Estas Informaciones están constituidas por testimonios de ancianos vecinos de Cuauhtitlán (alguno de ellos de más de cien años de edad); quienes testificaron y confirmaron la vida ejemplar de Juan Diego. Uno de estos testigos, Marcos Pacheco, sintetizó la personalidad y la fama de santidad de Juan Diego: “Era un indio que vivía honesta y recogidamente y que era muy buen cristiano y temeroso de Dios y de su conciencia, de muy buenas costumbres y modo de proceder, en tanta manera que, en muchas ocasiones, le decía a este testigo su Tía: «Dios os haga como Juan Diego y su Tío», porque los tenía por muy buenos indios y muy buenos cristianos”; otro testimonio es el de Andrés Juan quien decía que Juan Diego era un “Varón Santo” ; en estos conceptos concuerdan, unánimes, los otros testigos en estas Informaciones Jurídicas, como por ejemplo: Gabriel Xuárez, doña Juana de la Concepción, don Pablo Xuárez, don Martín de San Luis, don Juan Xuárez, Catarina Mónica, etc.

Juan Diego, efectivamente, era para el pueblo “un indio bueno y cristiano”, o un “varón santo”; ya sólo estos títulos bastarían para entender la fortaleza de su fama; pues los indios eran muy exigentes para atribuir a alguno de ellos el apelativo de “buen indio” y mucho menos atribuir que era tan “bueno” que llegaba a considerarse ya “santo” como para pedirle a Dios que a sus propios hijos o familiares los hiciera igual de buenos y santos como a Juan Diego.

Gracias a las fuentes históricas, conocemos las circunstancias de lo que fue la vida normal de Juan Diego, su familia, sus casas y tierras; y su actitud decidida a retirarse de toda comodidad para ir a vivir y servir en la ermita recién construida, según la voluntad de Nuestra Señora de Guadalupe, a los pies del cerro del Tepeyac, y en donde fue colocada la sagrada Imagen.

Según la tradición oral continua e ininterrumpida y según varios documentos históricos, como los llamados Nican Mopohua y el Nican Motecpana y otros, en Diciembre de 1531 tuvieron lugar las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego, un encuentro extraordinario. Juan Diego era un hombre maduro, bautizado poco antes por los primeros misioneros franciscanos, perteneciente a la etnia indígena de los chichimecas de Texcoco.

Diez años después de la conquista y cuando se iniciaba lentamente la evangelización de estas tierras, el Sábado 9 de Diciembre de 1531, muy de mañana, Juan Diego que tenía pocos años de haberse convertido y bautizado, natural del pueblo de Cuauhtitlán, que había sido casado con una india llamada María Lucía y que en este tiempo vivían en el pueblo de Tulpetlac con su tío Juan Bernardino, se dirigía a la Misa Sabatina de la Virgen María y al catecismo, a la “doctrina” en Tlatelolco, atendida por los franciscanos del primer convento que entonces se había erigido en la Ciudad de México.

Cuando el humilde indio llegó a las faldas del cerro llamado Tepeyac, de repente escuchó cantos preciosos, armoniosos y dulces que venían de lo alto del cerro, le pareció que eran coros de distintas aves que se respondían unos a otros en un concierto de extraordinaria belleza, observó una nube blanca y resplandeciente, y que se alcanzaba a distinguir un maravilloso arcoiris de diversos colores. El indio quedó absorto y fuera de sí por el asombro y “se dijo ¿Por ventura soy digno, soy merecedor de lo que oigo? ¿Quizá nomás lo estoy soñando? ¿Quizá solamente lo veo como entre sueños? ¿Dónde estoy? ¿Dónde me veo? ¿Acaso allá donde dejaron dicho los antiguos nuestros antepasados, nuestros abuelos: en la tierra de las flores, en la tierra del maíz, de nuestra carne, de nuestro sustento, acaso en la tierra celestial? Hacia allá estaba viendo, arriba del cerrillo, del lado de donde sale el sol, de donde procedía el precioso canto celestial.”

Estando en este arrobamiento, de pronto, cesó el canto, y oyó que una voz como de mujer, dulce y delicada, le llamaba, de arriba del cerrillo, le decía por su nombre: «Juanito, Juan Dieguito». Sin ninguna turbación, el indio decidió ir a donde lo llamaban, alegre y contento comenzó a subir el cerrillo y cuando llegó a la cumbre se encontró con una bellísima Doncella que allí lo aguardaba de pie y lo llamó para que se acercara. Y cuando llegó frente a Ella se dio cuenta, con gran asombro, de la hermosura de su rostro, su perfecta belleza, “su vestido relucía como el sol, como que reverberaba, y la piedra, el risco en el que estaba de pie, como que lanzaba rayos; el resplandor de Ella como preciosas piedras, como ajorca (todo lo más bello) parecía: la tierra como que relumbraba con los resplandores del arcoiris en la niebla. Y los mezquites y nopales y las demás hierbecillas que allá se suelen dar, parecían como esmeraldas. Como turquesa aparecía su follaje. Y su tronco, sus espinas, sus aguates, relucían como el oro.” Todo manifestaba la presencia divina.

Ante Ella, Juan Diego se postró, y escuchó la voz de la dulce y afable Señora del Cielo, en idioma Mexicano, “le dijo: «Escucha, hijo mío el menor, Juanito. ¿A dónde te diriges?» Y él le contestó: «Mi Señora, Reina, Muchachita mía, allá llegaré, a tu casita de México Tlatilolco, a seguir las cosas de Dios que nos dan, que nos enseñan quienes son las imágenes de Nuestro Señor, nuestros Sacerdotes.»” De esta manera, dialogando con Juan Diego, la preciosa Doncella le manifiestó quién era y su voluntad “«Sábelo, ten por cierto, hijo mío el más pequeño, que yo soy la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive, el creador de las personas, el dueño de la cercanía y de la inmediación, el dueño del cielo, el dueño de la tierra. Mucho quiero, mucho deseo que aquí me levanten mi casita sagrada, en donde lo mostré, lo ensalzaré al ponerlo de manifiesto: lo daré a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en esta tierra estáis en uno, y de las demás variadas estirpes de hombres, mis amadores, los que a mí clamen, los que me busquen, los que confíen en mí, porque ahí escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores. Y para realizar lo que pretende mi compasiva mirada misericordiosa, anda al palacio del Obispo de México, y le dirás cómo yo te envío, para que le descubras cómo mucho deseo que aquí me provea de una casa, me erija en el llano mi templo; todo le contarás, cuanto has visto y admirado, y lo que has oído.” Y la Señora del Cielo le hace una especial promesa: “ten por seguro que mucho lo agradeceré y lo pagaré, que por ello te enriqueceré, te glorificaré; y mucho de allí merecerás con que yo retribuya tu cansancio, tu servicio con que vas a solicitar el asunto al que te envío.”

Así, de esta manera tan sublime, la Señora del cielo envía a Juan Diego como su mensajero ante la cabeza de la Iglesia en México, el obispo fray Juan de Zumárraga. El humilde y obediente Juan Diego se postró por tierra y pronto se puso en camino, derecho a la Ciudad de México, para cumplir el deseo de la Señora del Cielo.

Llegó a la casa del obispo, el franciscano fray Juan de Zumárraga, y le pidió a los servidores y ayudantes que le avisaran que traía un mensaje para él, pero estos al verlo tan pobre y humilde, simplemente, lo ignoraron y lo hicieron esperar; pero Juan Diego, con infinita paciencia, estaba dispuesto ha cumplir con su misión así que esperó, hasta que por fin le avisaron al Obispo y este pidió que lo trajeran a su presencia. Juan Diego entró y se arrodilló ante él, inmediatamente le comunicó todo lo que admiró, contempló y escuchó, le dijo puntualmente el mensaje de la Señora del Cielo, la Madre de Dios, que le había enviado y cual era su voluntad. El Obispo escuchó al indio incrédulo de sus palabras, juzgando que era parte de la imaginación del indio, máxime que era un recién convertido, y aunque le hizo muchas preguntas acerca de lo que había referido, y captó que era constante y claro su mensaje, de todos modos no hizo mucho aprecio a sus palabras; así que lo despidió, si bien con respeto y cordialidad, pero sin darle crédito a lo que le había dicho; el Obispo se tomaría un tiempo para reflexionar sobre este mensaje. Salió el indio de la casa del Obispo muy triste y desconsolado, ya que se dio cuenta que no se le había dado crédito ni fe a sus palabras, como por no haber podido fructificar la voluntad de María Santísima.

Juan Diego regresó al cerrillo al mismo punto en donde se le había aparecido la Madre de Dios “y en cuanto la vio, ante Ella se postró, se arrojó por tierra, le dijo: «Patroncita, Señora, Reina, Hija mía la más pequeña, mi Muchachita, ya fui a donde me mandaste a cumplir tu amable aliento, tu amable palabra; aunque difícilmente entré a donde es el lugar del Gobernante Sacerdote, lo vi, ante él expuse tu aliento, tu palabra, como me lo mandaste. Me recibió amablemente y lo escuchó perfectamente, pero, por lo que me respondió, como que no lo entendió, no lo tiene por cierto. Me dijo: «Otra vez vendrás; aún con calma te escucharé, bien aun desde el principio veré por lo que has venido, tu deseo, tu voluntad».” Juan Diego entendió que el obispo pensaba que le mentía o que fantaseaba, y con toda humildad le dice a la Señora del Cielo: “«mucho te suplico, Señora mía, Reina, Muchachita mía, que a alguno de los nobles, estimados, que sea conocido, respetado, honrado, le encargues que conduzca, que lleve tu amable aliento, tu amable palabra para que le crean. Porque en verdad yo soy un hombre del campo, soy mecapal, soy parihuela, soy cola, soy ala; yo mismo necesito ser conducido, llevado a cuestas, no es lugar de mi andar ni de mi detenerme allá a donde me envías. Virgencita mía, Hija mía menor, Señora, Niña; por favor dispénsame: afligiré con pena tu rostro, tu corazón; iré a caer en tu enojo, en tu disgusto, Señora Dueña mía».”

La Reina del Cielo escuchó con ternura y bondad, y con firmeza le respondió al indio: “«Escucha, el más pequeño de mis hijos, ten por cierto que no son escasos mis servidores, mis mensajeros, a quien encargue que lleven mi aliento, mi palabra, para que efectúen mi voluntad; pero es necesario que tú, personalmente, vayas, ruegues, que por tu intercesión se realice, se lleve a efecto mi querer, mi voluntad. Y mucho te ruego, hijo mío el menor, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al Obispo. Y de mi parte hazle saber, hazle oír mi querer, mi voluntad, para que realice, haga mi templo que le pido. Y bien, de nuevo dile de qué modo yo, personalmente, la siempre Virgen Santa María, yo, que soy la Madre de Dios, te mando».”

Juan Diego, todavía entristecido por lo que había sucedido, se despidió de la Señora del Cielo asegurándole que al día siguiente realizaría su voluntad, aunque guardaba la duda de que fuera creída su palabra, aún así, le aseguró que obedecería y esperaría; se despidió de María Santísima y se fue a su casa a descansar.

Al día siguiente, Domingo diez de diciembre, Juan Diego se preparó muy temprano y salió directo a Tlatelolco, y después de haber oído Misa y asistir a la catequesis, se dirigió a la casa del Obispo, en donde, nuevamente, los ayudantes del obispo lo hicieron esperar mucho tiempo; al entrar ante él, Juan Diego se arrodilló y entre lágrimas le comunicó la voluntad de la Señora del Cielo, certificándole que se trataba de la Madre de Dios, la Siempre Virgen María y que pedía le edificase su casita sagrada en aquel lugar del Tepeyac. El Obispo lo escuchó con gran interés, pero para certificar la verdad del mensaje de Juan Diego le hizo varias preguntas acerca de lo que afirmaba, de cómo era esa Señora del Cielo, de todo lo que había visto y escuchado. El Obispo comenzó a comprender que no era posible que hubiera sido un sueño o una fantasía lo que Juan Diego le refería, pero le pidió una señal para constatar la verdad de las palabras del indio. Juan Diego, sin turbarse, aceptó ir con María Santísima con la petición del Obispo. Al tiempo que Juan Diego se ponía en marcha, el Obispo mandó dos personas de su entera confianza que vigilaran a Juan Diego y que, sin perderlo de vista, lo siguieran para saber a dónde se dirigía y con quién hablaba. Juan Diego llegó a un puente en donde pasaba un río, y ahí los sirvientes lo perdieron de vista y, por más que lo buscaron, no lograron encontrarlo; los sirvientes estaban muy molestos por lo que había sucedido y, al regresar, le dijeron al Obispo que Juan Diego era un embaucador, mentiroso y hechicero y le advirtieron que no le creyera que sólo lo engañaba por lo que, si volvía, merecía ser castigado.

Mientras tanto, Juan Diego había llegado nuevamente al Tepeyac y encontró a María Santísima que lo aguardaba; Juan Diego se arrodilló ante Ella y le comunicó todo lo que había acontecido en la casa del Obispo; quien le preguntó minuciosamente todo lo que había visto y oído, y le pidió una señal para que pudiera dar crédito a su mensaje.

María Santísima le agradeció a Juan Diego la diligencia e interés que había demostrado para cumplir su voluntad con palabras amables y llenas de cariño, y le mandó que regresara al día siguiente al mismo lugar y que ahí le daría la señal que solicitaba el Obispo.

Al día siguiente, Lunes once de Diciembre, Juan Diego no pudo volver ante la Señora del Cielo para llevar la señal al Obispo; pues su tío, de nombre Juan Bernardino, a quien amaba entrañablemente como si fuera su mismo padre, estaba gravemente enfermo de lo que los indios llamaban Cocoliztli; buscó un médico para lograr su curación pero no logró encontrar a nadie. Ya de madrugada, el Martes doce de Diciembre, el tío le rogó a su sobrino que se dirigiera al Convento de Santiago Tlatelolco a llamar a uno de los Religiosos para que lo confesase y preparase porque era conciente de que le quedaba poco tiempo de vida. Juan Diego se dirigió presuroso a Tlatelolco para cumplir la voluntad del moribundo y habiendo llegado cerca del sitio en donde se le aparecía la Señora del Cielo, reflexionó con candidez, que era mejor desviar sus pasos por otro camino, rodeando el cerro del Tepeyac por la parte Oriente y, de esta manera, no entretenerse con Ella y poder llegar lo más pronto posible al convento de Tlatelolco, pensando que más tarde podría regresar ante la Señora del Cielo para cumplir con llevar la señal al Obispo.

Pero María Santísima bajó del cerro y pasó al lugar donde mana una fuente de agua aluminosa, salió al encuentro de Juan Diego y le dijo: “«¿Qué pasa, el más pequeño de mis hijos? ¿A dónde vas, a dónde te diriges?»”. El indio quedó sorprendido, confuso, temeroso y avergonzado, y le respondió con turbación y postrado de rodillas: “«Mi Jovencita, Hija mía la más pequeña, Niña mía, ojalá que estés contenta: ¿cómo amaneciste? ¿Acaso sientes bien tu amado cuerpecito, Señora mía, Niña mía? Con pena angustiaré tu rostro, tu corazón: te hago saber, Muchachita mía, que está muy grave un servidor tuyo, tío mío. Una gran enfermedad se le ha asentado, seguro que pronto va a morir de ella. Y ahora iré de prisa a tu casita de México, a llamar a algún de los amados de Nuestro Señor, de nuestros Sacerdotes, para que vaya a confesarlo y a prepararlo; que vinimos a esperar el trabajo de nuestra muerte. Mas, si voy a llevarlo a efecto, luego aquí otra vez volveré para ir a llevar tu aliento, tu palabra, Señora, Jovencita mía. Te ruego me perdones, tenme todavía un poco de paciencia, porque con ello no te engaño, Hija mía la menor, Niña mía, mañana sin falta vendré a toda prisa».”

María Santísima escuchó la disculpa del indio con apacible semblante; comprendía, perfectamente, el momento de gran angustia, tristeza y preocupación que vivía Juan Diego, pues su tío, un ser tan querido, se encontraba moribundo; y es precisamente en este momento en donde la Madre de Dios le dirige unas de las más bellas palabras, las cuales penetraron hasta lo más profundo de su ser:

“«Escucha, ponlo en tu corazón, Hijo mío el menor, que no es nada lo que te espantó, lo que te afligió; que no se perturbe tu rostro, tu corazón; no temas esta enfermedad ni ninguna otra enfermedad, ni cosa punzante aflictiva. ¿No estoy aquí yo, que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?»” Y la Señora del Cielo le aseguró: “«Que ninguna otra cosa te aflija, te perturbe; que no te apriete con pena la enfermedad de tu tío, porque de ella no morirá por ahora. Ten por cierto que ya está bueno».”

Y efectivamente, en ese preciso momento, María Santísima se encontró con el tío Juan Bernardino dándole la salud, de esto se enteraría más tarde Juan Diego.

Juan Diego tuvo fe total en lo que le aseguraba María Santísima, la Reina del Cielo, así que consolado y decidido le suplicó inmediatamente que lo mandara a ver al Obispo, para llevarle la señal de comprobación, para que creyera en su mensaje.

La Virgen Santísima le mandó que subiera a la cumbre del cerrillo, en donde antes se habían encontrado; y le dijo: “«Allí verás que hay variadas flores: córtalas, reúnelas, ponlas todas juntas: luego baja aquí; tráelas aquí, a mi presencia».”

Juan Diego inmediatamente subió al cerrillo, no obstante que sabía que en aquel lugar no habían flores, ya que era un lugar árido y lleno de peñascos, y sólo había abrojos, nopales, mezquites y espinos; además, estaba haciendo tanto frío que helaba; pero cuando llegó a la cumbre, quedó admirado ante lo que tenía delante de él, un precioso vergel de hermosas flores variadas, frescas, llenas de rocío y difundiendo un olor suavísimo; y poniéndose la tilma o ayate a la manera acostumbrada de los indios, comenzó a cortar cuantas flores pudo abarcar en el regazo de su ayate. Inmediatamente bajó el cerro llevando su hermosa carga ante la Señora del Cielo.

María Santísima tomó en sus manos las flores colocándolas nuevamente en el hueco de la tilma de Juan Diego y le dijo: “«Mi hijito menor, estas diversas flores son la prueba, la señal que llevarás al Obispo; de mi parte le dirás que vea en ellas mi deseo, y que por ello realice mi querer, mi voluntad; y tú ..., tú que eres mi mensajero..., en ti absolutamente se deposita la confianza; y mucho te mando con rigor que nada mas a solas, en la presencia del Obispo extiendas tu ayate, y le enseñes lo que llevas; y le contarás todo puntualmente, le dirás que te mandé que subieras a la cumbre del cerrito a cortar flores, y cada cosa que viste y admiraste, para que puedas convencer al Obispo, para que luego ponga lo que está de su parte para que se haga, se levante mi templo que le he pedido».”

Y dicho esto, la Virgen María despidió a Juan Diego. Quedó el indio tranquilo en su corazón, muy alegre y contento con la señal, porque entendió que tendría éxito y surtiría efecto su embajada, y cargando con gran tiento las rosas sin soltar alguna, las iba mirando de rato en rato, gustando de su fragancia y hermosura.

Juan Diego llegó a la casa del Obispo, y suplicó al portero y a los demás servidores que le dijeran al Obispo que deseaba verlo; pero ninguno quiso; fingían que no entendían, quizá porque todavía estaba oscuro, o porque ya lo conocían, o que nomás los molestaba y los importunaba. Juan Diego espero por un larguísimo tiempo; y cuando los sirvientes vieron que el indio todavía seguía ahí, sin hacer nada, esperando que lo llamaran, y observando también que algo cargaba en su tilma, se acercaron para ver que traía. Juan Diego no pudo ocultarles lo que llevaba, pues podrían empujarlo y hasta maltratar las flores, así que abriendo un poquito la tilma, se dieron cuenta que eran preciosas flores que despedían un perfume maravilloso. Y quisieron agarrar unas cuantas, tres veces lo intentaron, pero no pudieron, porque cuando hacían el intento ya no podían ver las flores, sino que las veían como si estuvieran pintadas, o bordadas, o cosidas en la tilma.

Inmediatamente fueron a decirle al Obispo lo que habían visto; y cómo deseaba verlo el indito que otras veces había venido, y que ya hacía muchísimo rato que estaba allí aguardando el permiso, porque quería verlo. Y el Obispo, en cuanto lo oyó, comprendió que Juan Diego portaba la prueba para convencerlo, para poner en obra lo que solicitaba el indio. Enseguida dio orden de que pasara a verlo. Y Juan Diego habiendo entrado, en su presencia se postró, como ya antes lo había hecho; de nuevo le contó lo que había visto, admirado y su mensaje.

Y en ese momento, Juan Diego entregó la señal de María Santísima extendiendo su tilma, cayendo en el suelo las preciosas flores; y se vio en ella, admirablemente pintada, la Imagen de María Santísima, como se ve el día de hoy, y se conserva en su sagrada casa. El Obispo Zumárraga, junto con su familia y la servidumbre que estaba en su entorno, sintieron una gran emoción, no podían creer lo que sus ojos contemplaban, una hermosísima Imagen de la Virgen, la Madre de Dios, la Señora del Cielo. La veneraron como cosa celestial. El Obispo “con llanto, con tristeza, le rogó, le pidió perdón por no haber realizado su voluntad, su venerable aliento, su venerable palabra.”

Y cuando el Obispo se puso de pie, desató del cuello de Juan Diego la tilma en la que se apareció la Reina Celestial. Posteriormente, la colocó en su oratorio. Juan Diego pasó un día en la casa del Obispo; y, al día siguiente, éste le dijo: «Anda, vamos a que muestres dónde es la voluntad de la Reina del Cielo que le erijan su templo»”.

Juan Diego le mostró los sitios en que había visto y hablado las cuatro veces con la Madre de Dios y pidió permiso para ir a ver a su tío Juan Bernardino, a quien había dejado gravemente enfermo; el Obispo pidió a algunos de su familia para que acompañaran a Juan Diego, y les ordenó que si hallasen sano al enfermo, lo llevasen a su presencia.

Al llegar al pueblo de Tulpetlac vieron que el tío, Juan Bernardino, estaba totalmente sano, nada le dolía; y él, por su parte, estaba admirado de la forma en que su sobrino era acompañado y muy honrado por los españoles enviados por el Obispo. Juan Diego le contó a su tío cómo había sucedido su encuentro con la Señora del Cielo, cómo lo había enviado a ver al Obispo con la señal prometida para que se le edificara un templo en el Tepeyac y, finalmente, como le había asegurado que él estaba ya sano. Inmediatamente, Juan Bernardino confirmó esto, que en ese presido momento a él también se le había aparecido la Virgen, exactamente en la misma forma como la describía su sobrino; y que también a él lo había enviado a México a ver al Obispo; y que le testificara lo que había visto y le platicara la manera maravillosa de cómo lo había sanado, “y que bien así la llamaría, bien así se nombraría: LA PERFECTA VIRGEN SANTA MARÍA DE GUADALUPE, su Amada Imagen.”

Cumpliendo con esta disposición, Juan Bernardino fue llevado ante el Obispo para que contara su testimonio y, junto con su sobrino Juan Diego, lo hospedó en su casa unos cuantos días, de esta manera supo con exactitud lo que había pasado, cómo había recobrado su salud y cómo era la Señora del Cielo.

De una manera asombrosa, ya se había difundido la fama del milagro y acudían los vecinos de la ciudad a la casa Episcopal a venerar la Imagen. Al darse cuenta el Obispo de la gran cantidad de personas que llegaban a ver de cerca lo que había acontecido; decidió llevar la Imagen santa a la Iglesia mayor y la puso en el Altar, donde todos la gozaran; aquí permaneció mientras se edificaba una Ermita en el lugar que había señalado Juan Diego.

Todos contemplaron con asombro la Sagrada Imagen. “Y absolutamente toda esta ciudad, sin faltar nadie, se estremeció cuando vino a ver, a admirar su preciosa Imagen. Venían a reconocer su carácter divino. Venían a presentarle sus plegarias. Mucho admiraron en qué milagrosa manera se había aparecido puesto que absolutamente ningún hombre de la tierra pintó su amada Imagen.”

Juan Diego se entregó plenamente al servicio de María Santísima de Guadalupe, y le apenaba mucho encontrarse tan distante su casa y su pueblo. Él quería estar cerca de Ella todos los días, barriendo el templo (que para los indígenas era un verdadero honor), transmitiendo lo que había visto y oído, y orando con gran devoción; por lo cual, Juan Diego suplicó al señor Obispo poder estar en cualquier parte que fuera, junto a las paredes del templo, y servirle. El Obispo, que estimaba mucho a Juan Diego, accedió a su petición y permitió que se le construyera una casita junto a la Ermita de la Señora del Cielo. Viendo su tío Juan Bernardino que su sobrino servía muy bien a Nuestro Señor y a su preciosa Madre, quería seguirle, para estar juntos; “pero Juan Diego no accedió. Le dijo que convenía que se estuviera en su casa, para conservar las casas y tierras que sus padres y abuelos les dejaron”.

Juan Diego fue una persona humilde, con una fuerza religiosa que envolvía toda su vida; que dejó sus tierras y casas para ir a vivir a una pobre choza, a un lado de la Ermita; a dedicarse completamente al servicio del templo de su amada Niña del Cielo, la Virgen Santa María de Guadalupe, quien había pedido ese templo para en él ofrecer su consuelo y su amor maternal a todos lo hombres. Juan Diego edificó con su testimonio y su palabra; de hecho, se acercaban a él para que intercediera por las necesidades, peticiones y súplicas de su pueblo. Juan Diego nunca descuidó la oportunidad de narrar la manera en que había ocurrido el encuentro maravilloso que había tenido, y el privilegio de haber sido el mensajero de la Virgen de Guadalupe. La gente sencilla lo reconoció y lo veneró como verdadero santo; incluso, como decíamos, los indios lo ponían como modelo para sus hijos, y no había empacho de llamarlo “Varón Santo”.

El mismo pueblo fue quien comunicó por todas partes el gran Acontecimiento Guadalupano y, con la característica memoria indígena, fue transmitido de padres a hijos, de abuelos a nietos.

 
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