FASE DEL ESPEJO Y NARCISISMO NORMAL Y PATOLOGICO APLICADO AL LIDERAZGO

martes, 11 de agosto de 2009


La fase del espejo, definida por Lacan como el momento del encuentro de sí mismo frente al espejo, cuyo valor radica en el reconocimiento que hace el infante del otro como un objeto integrado, con una lógica fisiognomónica, que le da sentido a la propia imagen, en contraposición con el caos circundante, anterior a este momento, donde solo percibe partes dispuestas de un modo casual,no obstante el sentimiento de júbilo que tal reconocimiento promueve en el infante, por el descubrimiento de la magnificencia de la imagen especular, la fijación a este momento impide el paso de lo imaginario a lo simbólico y la resolución del complejo de Edipo.
El narcisismo, por lo tanto, visto como la fijación del sujeto a la imagen de sí mismo en espejo, si bien permite el goce de los favores de la inconsciencia, impone el fracaso del ingreso del sujeto al orden social, cuya condición es la simbolización y la aceptación de la ley del padre.
El sujeto narcisista, atrapado en la imagen de sí mismo, se incorpora al mundo de los hombres, pero sujeto al deseo del otro, con una confusión de papeles y lugares, atrapado en relaciones simbióticas y ambiguas, desprovisto de una identidad propia, o al menos bien delimitada, incapaz de autogobernarse, de generar un espacio propio, de crear un estilo de vida original, y, quizá, lo más grave, de interactuar auténticamente con los demás.
El narcisismo, consecuencia de la fijación del sujeto a la fase del espejo, predispone al desarrollo de una personalidad que Otto Kernberg denomina “Personalidad Narcisística”, cuyas características resume en tres conjuntos de rasgos, descritos en el cuadro 1, transcrito de Revista de Psiquiatría, 1988, N° V, Pág. 105:





Patología de la Estimación del Sí Mismo
Autorreferencia excesiva
Grandiosidad
Superioridad Exhibicionista
Necesidad de admiración por parte de los demás
Superficialidad emocional
Crisis de inseguridad
Estructura
Patología de las Relaciones de Objeto
Envidia consciente e inconsciente
Mecanismo de Defensa: devaluación
Explotación de otras personas
Incapacidad de depender de otros
Falta de empatía
De
Personalidad
Narcisística
Patología del Super Yo
Leve
Incapacidad de experimentar depresión
Graves cambios de ánimo
Tendencia a regirse por vergüenza en vez de culpa
Falta de integración de valores éticos adultos
Grave
Conducta antisocial
Agresión egosintónica
Tendencia paranoidea
Narcisismo Maligno
El narcisismo, descrito en su dimensión patológica, encuentra expresión más atenuada en los sistemas sociales, en los diferentes roles desempeñados por el sujeto. Referido al liderazgo, el cuadro 2 describe las polaridades normal y patológica del narcisismo:



Narcisismo Normal
Narcisismo Patológico
Seguridad en sí mismo
Capacidad de reconocer errores y tolerar su exposición
Capacidad de tolerar la agresión
Capacidad de intuición, empatía y conocimiento de la naturaleza humana
Selección adecuada de colaboradores
Tolerancia y estímulo al desarrollo personal de otros
Inseguridad recubierta de hiperseguridad como compensación
Desprecio a la opinión de los demás, especialmente si contradicen sus convicciones
Incapacidad de tolerar agresión, porque es sentida como un ataque al Yo grandioso patológico
Hace todo lo posible para que todo el mundo lo quiera todo el tiempo
Incapacidad de empalizar y reconocer las necesidades de los demás
Selección de colaboradores incondicionales con expulsión de los críticos
Envidia, que le impide tolerar la creatividad o los aportes de otros
Idealización del personal de otros departamentos, como descalificación
Impulsor de la competencia y la traición entre pares
Fuente: Dimensión Psicológica e Integridad en el Estilo Administrativo, Dr. Otto Kernberg, Rev. Psiquiatría, 1989, N° VI, Pág. 17.
Fernando Honorato Basualto

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